La banda de thrash-death metal nacional Mastifal despidió el año anoche en un concierto donde recorrió buena parte de sus clásicos de 20 años de trayectoria y adelantó temas de su nuevo CD "Cultura brutal" ante un público que pobló Niceto y que desde el principio al final no dejó de poguear y cantar.
Mastifal, apoyada en la personal voz de Miguel Maciel, es una de las ascendentes agrupaciones que tiene hoy el rock alternativo y a lo largo del año se presentó en distintos escenarios de la Argentina y cumplió con una exitosa perfomance en la última edición del "Metal para todos".
De ahí en más y por espacio de casi 90 minutos de recital, el sonido fue potente y efectivo cimentado en la voz gutural y por momentos limpia de Maciel (uno de los mejores cantantes de la escena), la circulación en los solos de los violeros Matías Munighini y Diego Conte y las bases bien sostenidas en el bajo de cinco cuerdas de Alex Martín y la bata de doble bombo de Mariano Martín.
Con ese soporte, sonaron temas como "Rezando a la muerte", "Espectáculo macabro", "Síndrome de supremacia", "Hijo del crimen", "Más allá de la razón" y "Hacia ningún lugar", en un paseo por la discografía del grupo.
En la segunda parte del concierto aparecieron dos interesantes composiciones nuevas bien pesadas como "Corazón de adrenalina" y "Romper las cadenas", que formarán parte de su próximo disco "Cultura brutal" que llegará en marzo y los esperados "himnos" de la talla de "Tiempos violentos", "Bionecrosis".
"Nos quedan pocos tiros, vamos a tratar de no pifiar y que vayan directo a la cabeza", anunció el vocalista como prólogo a "Puertas y laberintos", "Ojos de buey" y el final con "Que sea rock", de Pappo, que formó parte del álbum "Rock podrido" que Mastifal le dedicó al rock argentino.
Antes de Mastifal y celebrando el hecho de haber ganado un espacio como Niceto para el metal local, actuaron las bandas Matan S.A. y Sauron.
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