Reggae, funk, cumbia, rock, rap, hip-hop y todo lo imaginable, fusión pura y moderna, el poder latino sonoro puso a bailar y saltar a más de 50 mil asistentes al Foro Sol, en el primero de dos conciertos de la banda argentina Los Fabulosos Cádillacs, la noche del pasado miércoles. Se diría que Los vasos vacíos se llenaron de una pócima que hechizó durante más de dos horas que se volvieron un carnaval.
Fue como seguir un desfile ruidoso en plena calle, con gente asomándose por las ventanas de los balcones; las percusiones marcan un ritmo primigenio y moderno y ahí van los fieles, siguiendo a los hombres de los tambores.
Los Fabulosos Cádillacs se separaron seis años para tomar aire, hacer unos proyectos individuales, y los astros en su eterno tránsito los unieron de nuevo para llenar las copas y brindar porque la vida sigue, ahora con su disco La luz del ritmo, título que es una redundancia válida, un hipérbaton que muestra el anhelo de lograr una música frenética.
El nombre de la gira: Satánico pop tour, no refleja lo que fue el concierto, que no tuvo nada de demoniaco ni de hereje.
Los amigos que hoy conforman el grupo: Vicentico, Flavio, Sergio, Fernando, Mario y Daniel, se han tomado las cosas con la mayor ligereza del mundo para divertirse haciendo música.
Siguiendo la luna Mexico
El sonido estaba hasta arriba. Sobre Añil y Churubusco los muchachos en bola corrían para llegar al Foro Sol. Hasta allá se escuchaba Manuel Santillán, el león, la rola abridora.
Adentro, 50 mil almas hacían vibrar el suelo con sus brincos. Varios miles se animaban en grupo y alzaban sus vasos de cerveza, en un acto celebratorio por estar ahí, en el regreso de LFC.
No podía estar exento de nostalgia y agradecimiento. Un breve homenaje para el fallecido percusionista Gerardo Toto Rotblat. Pocas palabras de interacción de Vicentico y los demás. Más bien iban de un tema a otro: Mi novia se cayó a un pozo ciego, Santa Carmela, Estoy harto, Genio, Wake up, Muy temprano, El aguijón, Paquito, Padre nuestro (con El Príncipe de la cumbia argentina, Pablo Lazcano).
Matador
Emocionado, el fan Ismael subrayaba que LFC se escuchan mejor que nunca y con personalidad propia. Otro, Jorge, resaltaba que todo estaba “chingón”. Parejas se abrazaban y bailaban como si se oyera un vals largo, a lo Chayán.
Con la cantante Mirna Maura emocionaron al dedicar a todos Vasos vacíos. Sin duda esta canción nostálgica sumió a cada uno en sus pensamientos íntimos, en las dobles vidas. En el regreso luego de una finta de que se iban, la serie final incluyó Matador, que hizo del Foro Sol un gran ruedo, un gran tíbiri, un salón de baile.
Vasos vacios
Todavía se escucharon The guns of Brixton y Land lord, así como Yo no me sentaría en tu mesa. Ya miles iban rumbo al puente para cruzar Churubuco, pues en otros conciertos lo cierran inexplicablemente, lo cual crea problemas, pues hay que dar una gran vuelta para llegar del otro lado.
Felices, los chavos comentaban que la tocada había estado fabulosa. Lógico.
Como banda soporte estuvo Massacre.
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