El CD de homenaje al estudio “Sound City”, pergeñado por el líder de Foo Fighters y en el que participan Paul McCartney, Stevie Nicks, Trent Reznor y Joss Homme, es la novedad sobresaliente de esta semana en las bateas.
Los Sound City son unos estudios míticos de Los Ángeles donde grabaron Neil Young, Fleetwood Mac, Johnny Cash, Grateful Dead, Cheap Trick, Reo Speedwagon, Nirvana, los Pixies, Metallica, Dio y Nine Inche Nails, entre otros. Y el ex Nirvana y líder de Foo Figthers, Dave Grohl decidió filmar un riquísimo documental.
Además Grohl decidió juntar a muchísimos próceres del rock a zapar y componer y el DVD viene acompañando de canciones compuestas junto a Paul McCartney, Stevie Nicks, Joss Homme, de Queens of the Stone Age, Black Rebel Motorcycle Club y Rick Springfield, entre otros.
El disco abre con una canción poderosa y oscura compuesta por Grohl y los BRMC, en la que el ex Nirvana se hace cargo de la batería, con la humildad con la que decidió encarar este proyecto en el que las estrellas son un estudio y una vieja consola a cinta, Neve, una joya arqueológica para los artistas del sonido.
Los sigue “Time slowing Down” grabado con Tim Commerford y Brad Wilk, la virtuosa y monolítica base de Rage Against The Machine y el creador del sonido stooner Chris Goss, del grupo Master of Reality.
Más tarde, Stevie Nicks pone su preciosa voz en un power pop con los Foo Fighters como banda soporte, y todo se vuelve una joyita llamada “You can`t fix this”, a la que le sigue otra canción pop a cargo del músico y actor Rick Springfield.
Springfield con los Foo Foghters enlazan “The man that never was”, que tiene una arranque bien poderoso, un sonido bien new wave, que remite a un grunge apenas suavizado.
Paul McCartney aporta una guitarra de extraña formación a una rockerísima, casi metalera “Cut me Some Slack” junto a los Nirvana Dave Grohl, Krist Novoselic y Pat Smear, y canta como un Dios del Metal, jugándose toda la garganta, obteniendo un resultado notable. Cualquier escucha diría que la guitarra la toca Tony Iommi, de Black Sabbath, pero es “Macca” rockeando descontrolado.
Es justo recordar que muchos aseguran que el germen del heavy metal está en “Helter Skelter” de los Beatles.
“If Iwere me” es una balada acústica y country en la que canta Grohl, toca Jim Keltner, baterista de Tom Petty, Dylan y decenas de próceres, junto a la violinista Jessy Grene, habitual colaboradora de los Jayhawks.
El disco cierra con una joya: Joss Homme, Grohl y Trent Reznor de NIN, armando un “mantra” siniestro, oscuro que termina en un in crescendo que se convierte en una tormenta eléctrica abrasadora.
El metal tiene su espacio en el disco con la durísima “From can to can`t” en la que canta Corey Taylor, líder de los Slikpnot, acompañado por la Gibson de doble cuello de Rick Nielsen, guitarrista de Cheap Trick.
Como lo demostró en sus proyectos paralelos Them Crooked Vultures y Eagles of Death Metal o cuando decide tocar la batería en todo un disco de Queens of the Stone Age, Grohl hace las cosas por placer y por diversión, y en este caso decidió rescatar un lugar histórico para el rock y entregarle un homenaje bien rockero
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