La Magia de Spinetta.

Del Spinetta juvenil que, en aquel incomparable "Almendra" creó Muchacha... y otros temas emblemáticos, hasta el que formó otros grupos. Y el compilado de esos años en Las Bandas Eternas, con el concierto del 2009 en Vélez. Ahora llega en la producción de 3 dvs, 3 cds y dos libros con registro fotográfico. Una memoria del rock.

Si uno quiere tener (completa) la historia del rock nacional, podría descubrir que resulta inabarcable. Pero si nos concentramos en uno de sus máximos símbolos, Luis Alberto Spinetta, hay una posibilidad más concreta: el registro de aquel memorable concierto del 4 de diciembre de 2009 en Vélez Sársfield queda ahora en “Spinetta y Las Bandas Eternas”, una producción que abarca tres cds, 3 dvds y dos libros de registro fotográfico. En el primero de éstos, Eduardo Martí nos refleja -con los comentarios del propio Luis- los ensayos para aquel concierto de cinco horas y media en la que “retornaron” todos los grupos con los que Spinetta hizo historia. Y el segundo libro fotográfico, con piezas de Hernán Dardick, ya se concentra en el propio show y en el backstage.

Spinetta, Rodolfo garcía, Emilio del Guercio y Edelmiro Molinari. nombres y apellidos de una de la paginas míticas del rock nacional: Almendra.

Se trata de un impecable registro visual y sonoro para atravesar desde Almendra y “Muchacha ojos de papel” hasta las formaciones de Invisible, Pescado Rabioso, Spinetta Jade, Los Socios del Desierto... También está la participación de otros grandes e históricos del rock argentino que acompañaron aquella noche (los solos de Gustavo Cerati, la conexión que se dio con Charly García, Fito Páez compartiendo “La La lá”, Litto Nebbia, homenajes a Pappo y Miguel Abuelo).

Aquella noche de Vélez reunió a la generación que creció con Spinetta y a los hijos. ¿Y a los nietos? Sí, en muchos casos.

Y entonces, estas generaciones nuevas pudieron disfrutar de otros dotados musicales como el Mono Fontana o Leo Sujatovich, recuperar la magia que cada uno de aquellos grupos aportó en su tiempo, muchas veces como señales de vanguardia. Y desfilaron sus temas repletos de belelza: Era de Uranio, Vida siempre, Alma de diamante, Los niños que escriben en el cielo, Madre en años luz, Artaud, Yo quiero ver un tren...

Si aquel concierto valió la pena, también la memoria lo vale. Tener a un Luis Alberto Spinetta a pleno, una de las máximas expresiones de nuestra cultura. La Razon

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