Tener uno de sus modelos entre las manos es el sueño de la mayoría de los músicos de todo el mundo. Sus suaves y curvadas fomas, su madera, su característico sonido... Hablar de Fender es referirse a un auténtico mito de la música moderna, del blues y el rock en particular.
Gigantes como Jimi Hendrix, Bruce Springsteen, Buddy Holly o Eric Clapton han sucumbido a sus encantos, en un hechizo que dura desde los años 50, sobre todo en sus dos versiones más célebres: la Telecaster y la Stratocaster.
Sin embargo, en esta ocasión la casa de guitarras estadounidense no es noticia por cuestiones musicales. Lo es por su decisión de suspender su oferta pública de acciones (IPO por sus siglas en inglés).
El presidente de la compañía, Larry Thomas, aseguró que la razón de su marcha atrás reside en la larga crisis económica que vive Europa y las dificultades que están pasando los mercados mundiales. Los analistas consideran que hay algo de verdad en esas palabras, pero que en la decisióin de Fender pesa más no tener unas perspectivas de crecimiento tan potentes como las últimas estrellas de la Bolsa, los valores tecnológicos.
La solicitud de cotizar fue presentada en marzo, situándose el valor de la acción entre los 13 y los 15 dólares.
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