El guitarrista estadounidense ofreció anoche un notable concierto de sus canciones nuevas y los clásicos de Guns N` Roses y subió a niveles infernales la temperatura en el estadio cubierto Malvinas Argentinas.
Los Guns n` Roses conquistaron desde sus inicios a la Argentina y -disuelta la banda-, sus ex integrantes siempre han sido bien recibidos por el publico local: Slash no fue la excepción, aunque el músico le suma un excelente presente vive junto al cantante Myles Kennedy y el grupo The Conspirators, con el que ha editado dos muy buenos discos, “Slash” y “Apocalyptic Love”.
Kennedy, vocalista también del grupo de hard rock Alter Bridge, se ha convertido en un gran socio a la hora de la composición para Slash, pero además posee un muy buen registro de voz, que le permite hacerse cargo de todo el historial de canciones con el que cuenta el guitarrista.
Además los Conspirators no son una banda de mercenarios, el bajista Todd Kerns y el baterista Brent Fitz son muy buenos músicos, al igual que el segundo guitarrista, Frank Sidoris, y arriba del escenario realizan un gran despliegue físico, además de lo instrumental.
La banda acompaña a Slash desde hace cuatro años, viene mostrando un compromiso enorme con el guitarrista y su fama ha ido creciendo por la gran química y la fuerza notable que muestran en sus shows.
Kennedy tiene un registro intermedio entre Axl Rose y Scott Weiland, los dos vocalistas con los que trabajó antes Slash, aunque su raíz es básicamente de hard rock, con muy buenos agudos.
Con su largo pelo enrulado, lentes Ray Ban espejados, camisa negra y su infaltable galera negra de cuero, Slash emergió en el escenario tras el show de Black Label Society, la banda de Zakk Wylde, el ex guitarrista de Ozzy Osbourne.
El concierto comenzó con “Halo”, de su carrera solista, y la siguió “Nightrain”, de los Guns, cantadas por las 9 mil personas reunidas en el Malvinas Argentinas, lo que sorprendió gratamente a Myles Kennedy, que agradeció toda la noche la fidelidad del grupo.
La siguió “Ghost”, que Slash compuso con Ian Atsbury -vocalista de The Cult- y que arranca con un riff muy a lo AC/DC, pegajoso, repetitivo, aunque en este caso el guitarrista le cedió el protagonista al cantante, que mostró su versatilidad.
Slash es un “animal de rock”, un músico sin artificios, de escenario y de estudios, que prefiere la simpleza de la música, la conexión con el público y pasarse el año tocando con amigos y para su gente: esa fue la imagen que transmitió toda la noche.
La imagen de un tipo que disfrutó al máximo y que demostró por qué es uno de los guitarristas esenciales de los años `90 y del siglo XXI, siguiendo la escuela de Jimmy Page y de Joe Perry, capaz de llevar su banda por los caminos del rock fiestero californiano, el hard rock de la mejor escuela, pero también adentrarse en agua del heavy metal.
Así fueron pasando “Back to Cali”, la bien metalera “Nothing to say” y el clásico de los Guns “Rocket Queen”, coreada por todo el estadio, que tuvo un largo intermezzo con la base de Kern y Fitz sosteniéndolo todo, mientras Slash se despachó con una zapada y un solo de casi cinco minutos.
En el medio del show vino el segmento más punk de la noche, cuando el bajista Kerns tomó el micrófono y se hizo cargo de la voz principal de “You are Crazy”, un clásico de los Guns, y “No more héroes” de “Apocalyptic Love”.
Kennedy confirmó que es de los mejores vocalistas de las nuevas generaciones del hard rock y el heavy metal, con la bonita “Starlight” y con la medio tempo “Anastasia”, en la que Slash volvió a lucirse con sus solos.
Luego se produjo un regalo para el público, cuando Zakk Wylde subió al escenario y se trenzó en una zapada con Slash en la que el rubio y barbado guitarrista se hizo cargo de las partes más metaleras y Slash aportó todo el blues del Mississippi, lo que generó una ovación emocionante de la gente, que aplaudió el despliegue de ambos talentos de las seis cuerdas.
Kennedy y Slash mostraron la excelente química que tienen en una gran versión de “Paradise City”, que confirmó el acierto del guitarrista al elegir este camino para desandar, alejado de cualquier regreso de los Guns que incluya a Axl.
Porque los dos conciertos que en estos años ofreció Axl Rose en Argentina con sus Guns sin miembros originales demostraron que la versión siglo XXI del cantante es bastante patética, y que gran parte de lo que hizo famosa a la banda lo aportaban los guitarristas Slash e Izzy Stradlin y el bajista Duff Mckagan.
Tras saludar, con mucha calma y humildad, al público local, Slash y sus muchachos agradecieron el ida y vuelta generado con la gente y partieron al hotel para prepararse para el show que esta noche ofrecerán en el Teatro Vorterix de esta Capital.
Mientras tanto, la gente quedó más que satisfecha al ver que uno de sus músicos preferidos atraviesa un gran presente y que no trae a la Argentina un concierto basado íntegramente en su “pasado”, y que no quiere convertirse en un cover de sí mismo. Adrián Mouján
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