Vuelve el reggae de resistencia de Cultura Profética.

Cultura Profética, la banda puertorriqueña referencial del reggae roots latino regresa a nuestro país desde el próximo viernes para ofrecer seis recitales en Buenos Aires, Quilmes, Salta y Rosario.

Allí buscará reafirmar una estética independiente y contestataria que para el guitarrista Omar Silva “tiene que ver con una carrera que ha ido creciendo gracias a nuestras convicciones”.

“Siempre nos hemos mantenido en un trabajo artesanal y todavía seguimos en la búsqueda de cómo financiar nuestro próximo disco, pero como banda y a través de la historia hemos permanecido fieles a nuestro propio camino que es el de la resistencia”, reflexionó Silva en una entrevista con la agencia Télam desde la ciudad de San Juan de Puerto Rico.

En plena gira "Viva La Cultura Tour 2013", el quinteto asume una intensa agenda de conciertos que le permite conectar con el público “que es algo que -destacó el músico- tomamos con gran responsabilidad, respeto y delicadeza, porque sabemos que hemos tocado el alma de muchas personas”.

En estas presentaciones argentinas, el conjunto que ostenta cinco álbumes de estudio y otros tres en vivo en casi 16 años de trayectoria, hará un repaso por su historias, mostrará nuevos arreglos, canciones que hace tiempo no se escuchan y temas inéditos que adelantarán un próximo disco que saldría a mediados de 2014.

La serie de conciertos comenzará el viernes a las 18 en el Estadio Malvinas Argentinas (Gutenberg 350, Capital) y seguirá el sábado 2 en Space (Calchaqui 3100, Quilmes) y un día más tarde en la primera edición del festival “Cultura Artenativa” en el Club Esperanza de la Villa San Lorenzo de Salta.

El martes 5 compartirá escenario junto a Dread Mar I en Willie Dixon (Suipacha 98 Bis, Rosario) y luego regresará a la Capital para actuar el miércoles 6 en el teatro Vorterix (Federico Lacroze 3455) y jueves 7 se despedirá en Groove (Santa Fe 4389).

Al repasar la mecánica que rige a Cultura Profética, el músico que comparte formación con Boris Bilbraut en batería, Eliut González en guitarra, el cantante Willy Torres y Juan Carlos Sulsona en teclados, reveló que "son varios secretos los que mantienen a la banda unida a través del tiempo y la principal, la tolerancia".

"Establecimos que se iba a considerar al ambiente musical como a un taller donde todos los artistas, con distintas trayectorias, respetarían esas diferencias y acatamos que las decisiones finales iban a ser consensuadas" expresó el guitarrista.

"Una cosa que resulta fundamental -abundó Silva- es el tiempo que compartimos fuera de la banda, la relación fraternal que fuimos construyendo, no sólo como músicos sino también como amigos, lo que ayudó a lograr nuestra armonía".

Sin estructurarse en un género en particular, Cultura Profética se caracteriza por un sonido peculiar que fusiona toques del jazz, funk y electrónica, además de los ritmos de hip hop, ska, música brasileña y una síntesis de las raíces afro-caribeñas.

"Eso viene de la propia actitud que cada cual ya tiene, nosotros somos músicos que escuchamos de todo. Evitar el conformismo, a nivel de la música se traduce en la constante realización y todos nosotros somos así. Cada cual en su esquina, uno con su rock y hip hop, otro escucha Radiohead y cosas electrónicas, el eclecticismo crea una amalgama de experiencias y sonidos".

- ¿De que modo definirías la posición política de Cultura Profética?
- Yo creo que toda persona logra su personalidad política en la adolescencia. Crecimos con conciencia política, venimos de familias que entienden que hay que preocuparse por lo que esta sucediendo y también es una selección de música que se escucha sobre todo en la adolescencia. Al momento de componer, creamos desde lo que sentimos y pensamos, desde nuestra perspectiva. Componemos desde lo que queremos decir, esa rebeldía de los 18, 20 años, revelando esa historia que se cuenta como no ocurrió.
- ¿Cuán influyente resulta la coyuntura sociopolítica de Puerto Rico, en particular, en sus letras?
- Puerto Rico mantiene una situación particular con Estados Unidos, subordinado como colonia y sin derecho a votar. Todo deviene de nuestra experiencia como puertorriqueños. Sin querer nos convertimos en la voz de muchos y con la que no solo Puerto Rico se sintió identificada. Nosotros hablamos también como hermanos latinoamericanos.