Miguel Mateos lleva al Luna Park "La alegría ha vuelto a la ciudad"

El cantante pondrá broche el viernes en el estadio Luna Park a la gira nacional de presentaciones de "La alegría ha vuelto a la ciudad", un disco cuyo título da cuenta de un presente argentino que describió como “muy interesante y democráticamente maravilloso, que es algo que no está tal vez correctamente reflejado”.

“Naturalmente celebro cosas claves como la Asignación Universal por Hijo, la política aplicada en cuanto a derechos humanos y el matrimonio igualitario, cosas interesantes que nos hacen pensar cuánto hemos crecido como sociedad”, resaltó Mateos en una entrevista con Télam.

Desde esa mirada, quien fuera líder y mentor de Zas, celebró el “fomento a las cosas de la cultura que dan espacio a los artistas consagrados y también a otros que no tienen gran figuración”.
En clave personal, aseguró que “si a mí me invitan a tocar para la gente el día de la independencia yo voy y toco, no necesito dos millones de pesos. Me da orgullo una cosa así”.

De lo coyuntural y lo individual a una observación más general, opinó que “el que se va de Argentina se la pierde. Tenemos un país con una gran cantidad de recursos naturales y humanos y por eso creo fervientemente que vamos a encontrar un camino mucho más conciliador”.
-¿Por qué elegiste ese nombre para el disco?
-"La alegría ha vuelto a la ciudad" estuvo a punto de llamarse “La maravillosa historia del rock and roll” porque se basa en analizar un poco mi laburo en los últimos 30 años y tengo canciones que van de acá para allá en muchos sentidos y es un gran resumen donde conviven varios géneros.
La canción que cierra el disco es la idea de alivianarnos un poco de que todo deje de estar medio cargado y pesado.
-¿Querías que las letras tuvieran un contenido social?
-Uno tiene la somera esperanza de aportar algo. Hay un tema, “La bestia en mí”, sobre la violencia de género donde me pongo en primera persona para acercarme al asunto y también “Lola”, que está dedicada a una chica abusada, porque me sigue preocupando el tema de los pibes solos y sojuzgados, como temática.
-¿Qué disfrutas del disco, ahora pasado un tiempo de grabado y editado?
-Realmente me gusta todo, pero destacaría lo vocal porque está cantado de forma muy especial y se logró plasmar la idea sobre cómo lo digo y cómo lo canto y ese es un de los puntos fuertes del asunto.
-¿Querías que el disco tuvieron un aire folk y country?
-Se dio, pero no es solo el folklore con “K” tan gringo, hay mucho del folclore argentino. Salió un disco tremendamente acústico y a mí me gusta la acústica que toco desde que era chiquito.
Pero además hay mezclas de mandolinas, charangos, banjos y balalaikas sin ponerme en perfeccionista de ningún género.