Maria Aliojina, una de las dos activistas de la banda punk rusa Pussy Riot, puesta en libertad hace dos días luego de haber sido condenadas en 2012 a dos años de reclusión por criticar al presidente Vladimir Putin, afirmó que "sin arte de protesta nuestra vida estaría vacía".
En una entrevista publicada en el semanario alemán Der Spiegel, Aliojina afirmó que continuarán con sus acciones: "sin arte de protesta nuestra vida estaría vacía. Buscaremos nuevas formas de acción y defenderemos los derechos de los ciudadanos", indicó.
Aliojina, de 25 años, fue condenada después de que ella y otros miembros de la banda criticaron al presidente Vladimir Putin en una "oración punk" en la catedral moscovita Cristo Redentor.
Tras su paso por el campo de detención en Siberia afirmó que "si cambiamos a Rusia, cambiamos el mundo", y negó que estén planeando actuar en el extranjero.
"No tocamos en conciertos comerciales. Es algo ajeno a nosotras. Sin embargo, queremos hablar sobre lo que hemos visto durante estos dos años detenidas", explicó.
Su puesta en libertad y la de su compañera Nadeshda Tolokonnikova llegó un par de días después del indulto al ex magnate y disidente ruso Mijail Jodorkovski. A pesar de esto, Aliojina rechazó por completo que esté comenzando el "deshielo político" en Rusia.
Su paso por el campo de detención produjo que también quiera llamar la atención sobre el estado de estos centros: "Estuve en dos campos de detención diferentes, pero da igual en cuál estés porque el sistema penitenciario ruso se basa en reprimir de manera sistemática la personalidad de los reclusos".
"En el campo de detención empiezas a valorar realmente la sinceridad y rectitud. Todos los días se dan situaciones en las que tienes que decidir entre lo bueno y lo malo", agregó.
Ambas activistas salieron en libertad el lunes gracias a una amnistía aprobada por el Parlamento.
El 2012 habían sido condenadas a dos años de privación de libertad por "vandalismo" e "incitación al odio religioso".
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