Desde los inicios del rock argentino, prestó su voz y sus dotes de multiinstrumentista a varias de las bandas más importantes del momento y se mostró como un notable solista.
La sociedad musical formada con Luis Alberto Spinetta en Pescado Rabioso y, más tarde, con Charly García en Serú Girán resultó un aperitivo para una ilustre carrera como cantautor inspirado y héroe local de la guitarra.
Lejos de toda pose que lo asocie al divismo, el querido “Ruso” supo ganarse un lugar en los auriculares de todos los amantes del buen rocanrol y las emotivas baladas.
David Lebón recuerda su paso por memorables bandas, explica por qué siempre eligió cantarle al amor y se autodefine como un hombre al que “Dios le dio la posibilidad de tener todo junto”.
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