Horcas mostró en sociedad diez de las doce melodías que forman parte de su noveno álbum, “Reviviendo huestes”, el pasado sábado en The End Live. El calor no impidió que la banda ofreciera un gran show.
A diferencia de la presentación de su disco anterior, “Asesino”-2006-, en donde debieron esperar más de un año, con “Reviviendo huestes” se dieron el gusto de darle un marco oficial a sólo dos meses de su salida. Con buenas críticas por parte de los medios y una aceptación importante de sus fans, Horcas va resurgiendo de a poco tras un paso negativo con su álbum previo.
En reemplazo de las clásicas bandas invitadas, Metallica y sus videos clips sirvieron como aperitivo. Más allá de entretenerse con el repaso videográfico del grupo californiano, el público entonaba los cánticos habituales. Todo transcurrió con normalidad hasta que los asistentes del escenario destaparon las lápidas con las imágenes del nuevo disco, produciendo así un estallido en los espectadores. Sin embargo, no fue el comienzo del show. Un video de Motörhead en directo dejó al público aún más encendido.
La banda estaba a segundos del set; es por eso que el “Olé, olé, olé, Horcas…” empezó a retumbar por el caluroso local. A continuación, las luces apagadas y la introducción interpretada por los propios músicos, dio paso a 105 minutos de puro heavy/trash metal. “Nacer morir”, “Existir por existir” y “Familia”, los tres temas que abren “Reviviendo huestes”, daban por inaugurado el concierto. Las nuevas canciones tuvieron una gran recepción por parte de los fans, hecho que sorprendió gratamente al grupo.
Desde el primer acorde se los escuchó muy poderosos y ajustados, sin nada que envidiarle a una agrupación internacional. Las guitarras de Gabriel Lis y Sebastián Coria, el bajo del Topo Yañez y la batería de Guillermo De Luca, lograron una pared de sonido indestructible en canciones como “Asesinos”o “Pesadilla”.
Como novedad y punto distintivo, Horcas decidió utilizar la pantalla, no sólo para proyectar clips e imágenes, sino también para mostrar las letras de las nuevas melodías, aunque las fuertes luces no dejaban verlas con claridad.
Su cantante y carismático líder, Walter Meza estuvo con la energía y la furia de costumbre, aunque en esta oportunidad se lo vio bastante ofuscado por la envidia permanente que existe dentro de la escena metalera. Esto es algo que siempre ocurrió, pero últimamente se los está apuntando demasiado, y sin una fundamentación certera.
El DVD que comenzaron a filmar el año pasado todavía se encuentra en proceso de grabación. Es más, el mismo sábado se tomaron algunas imágenes de la previa y del show mismo.
Además de las composiciones recientes, hicieron un repaso por toda su discografía. Las perlas del show fueron “Rompo el dolor” y “Reviviendo las huestes”, antiguas melodías que habitualmente no tocan (dedicado a los viejos seguidores presentes). La zapada de “Si puedes vencer el temor”, de V8, también fue un hecho para destacar (eso sí, muchos no la reconocieron). “Fuego sin luz”, un acústico que surgió en pleno micro de gira, bajó los decibeles e hizo emocionar. No es algo habitual observar a Horcas en este plan, ya que sus recitales están siempre a 220.
La fuerte personalidad de su vocalista absorbe al resto de sus integrantes, quienes se mantienen en un lugar secundario. A mi entender, estos deberían tomar un rol más protagónico, quizás moviéndose más en escena o interactuando con sus fans. Hay dos canciones bien disímiles que provocan la misma excitación y adrenalina en el público. Estamos hablando de “Vencer” y “Esperanza”, clásicos sin fecha de vencimiento que generan un fervor difícil de describir.
Si The End ya era un hervidero, con himnos como “Violados y devorados” y “Solución suicida” se transformó en una caldera. El público cantaba estas canciones con una pasión desenfrenada, que aumentaba aún más la temperatura. Pese a la falta de aire y algunas columnas que molestan la visión, el local de Flores cuenta con una buena acústica, un escenario mediano pero correcto y una infraestructura bonita y cálida. Sin dudas, una linda opción para bandas de mediana convocatoria, y a un precio accesible.
Horcas prometió tocar este álbum por todo el país, para que después nadie diga que el heavy metal está muerto. Las arengas de Meza estuvieron como siempre. “Vamos a exorcizar The End”, antes de “Fuego”, o “Los veo medio ahogados” previo a “Mano dura”, son dos buenos ejemplos de su facilidad para persuadir a la masa. El agotamiento físico de los asistentes era notorio; es por eso que la banda les pidió un último esfuerzo para las dos canciones finales: “El agite” y “El juego”. A las 12 de la noche dejaron el escenario con la satisfacción del deber cumplido.
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