Robert Johnson y el misterioso pacto con el Diablo.

El blues vive de leyendas, historias de los años 30 que hacen dudar incluso al más escéptico. Entre las tantas que se pueden nombrar, una que siempre resalta en los anales de la historia es la de Robert Johnson, el blusero que le vendió su alma al diablo.

Robert Johnson nació en 1911, en el pueblo de Hazlehurth, Mississippi. Desde pequeño se relacionó con la música, tocando el arpa y la armónica, hasta que a finales de los años 20 comenzó su interés por la guitarra y los bares donde la comunidad afroamericana incursionaba con el blues.

La primera tragedia que sufrió el músico fue cuando su mujer, Virginia Travis, muere en 1930 al dar a luz al primogénito de Johnson, el cual también muere durante el parto. Familiares de la mujer dijeron que esto fue un castigo divino ya que Robert tocaba música no religiosa, lo cual por mucha gente de esa época era considerado “venderle el alma al Diablo”.

Solo hay dos fotos de Robert Johnson. Una es esta, durante una grabación.

Por esos años, el famoso blusero Eddie James “Son” House conoció a Robert Jonhson, y lo recordaba como “un tocador de armónica competente, pero un muy mal guitarrista”.

Sin embargo, años más tarde Johnson volvió a aparecer en escena convirtiéndose en un guitarrista prodigioso. Si bien hay especulaciones sobre el tema, nadie pudo saber claramente de como había aprendido en tan pocos años a mejorar tanto su nivel hasta convertirse en la inspiración de músicos como Keith Richards, Muddy Waters y Eric Clapton.

Sin embargo, lo que más ata a Robert Johnson con el pacto con el diablo son algunas de sus propias canciones, como Crossroad Blues, Hellhounds on my Trail y Me and the Devil Blues. Este último tema canta la frase “Temprano esta mañana, cuando tocaste mi puerta, yo dije hola Satanás, creo que es hora de irnos”.

Johnson muere el 16 de agosto de 1938, a los 27 años (tal vez de los primeros del infame club). Hasta hoy nadie sabe la causa de su muerte. Si bien la teoría más probable había sido envenenamiento en una botella de whisky, esa hipótesis se descartó ya que el supuesto veneno utilizado (Estricnina) tenía un olor tan fuerte que ningún líquido podía ocultarlo.

Otro misterio es su lugar de descanso, hasta el día de hoy nadie sabe a ciencia cierta donde fue enterrado, pese a que tres cementerios reclamaron durante los años que allí se encontraba su cuerpo. Diego Marcos wrote.