"El Jinete del Blues" disco de oro.

El disco póstumo de Adrián Otero se convirtió en disco de oro.el más vendido del sello provincial.

A veces, las fórmulas dan buenos resultados. La idea de Adrián Otero de poner su voz a clásicos del rock argentino fue usada por decenas de artistas con distinta suerte tanto en términos musicales como comerciales. “El jinete del blues”, el trabajo editado por el sello puntano Calle Angosta Discos, permanece por tercera semana consecutiva en el ranking de los diez más vendidos en el país y, a la vez, es un disco que propone una nueva faceta en un artista que ya no ofrecerá nada más.

Con las 12 mil copias de la primera tirada agotadas y la idea del sello de fabricar otras tantas para convertirlo en Disco de Oro, el registro póstumo del líder de “Memphis, la blusera” ya es el trabajo más vendido en la historia de la discográfica provincial, y eso que lleva poco más de dos meses de editado.

Entre el fracaso comercial de Kameleba, el buen recibimiento al disco de Patricia Sosa y lanzamientos provinciales que –ante la falta de difusión- difícilmente se instalen en el corto plazo en las bateas nacionales (como el caso de los discos de La Cautana y Las 100 guitarras mercedinas), Calle Angosta Discos encontró en Otero a su caballito –más que un jinete- de batalla.

Buena parte del éxito en ventas se atribuye a la muerte de Otero, producida en junio pasado en un accidente automovilístico. La cercanía del fallecimiento respecto a la edición del disco, más cierto curioso morbo que suele embanderar el público argentino, fueron la combinación perfecta para que “El jinete del blues” se encumbrara entre lo más vendido en un top ten variado en el que convergen Abel Pintos con el soundtrack de “Graduados” y Justin Bieber con Sergio Dalma.

Y como la crisis de venta de discos hace que los rankings tengan movimientos imperceptibles semana a semana, se supone que el disco del sello puntano permanecerá en el privilegiado lugar unos meses más.

Sobre lo estrictamente artístico, “El jinete del blues” es un disco que muestra a Otero con su voz de arrabal y blues que fue característica en su carrera en apropiación de grandes temas del rock argentino (“Desconfío”, “No pibe”, “Café Madrid”), clásicos indiscutibles (“Me gusta ese tajo”, “Blues local”, “Vamos las bandas”) y una inexplicable revisita a “Me gustas mucho”, un tema absolutamente prescindible de “Viejas locas”.

Pese a que el plan era mostrar a Adrián en su faceta de cantante versátil, amigo de cualquier género, es el blues nacional y popular el que recorre buena parte de un disco que ya escribió su propia historia.