La Argentina puso en órbita el primer nanosatélite de su historia. Se trata de un desarrollo nacional financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y producido por la empresa Satellogic en colaboración con INVAP.
El lanzamiento se realizó a la 1.15 hora local de ayer, desde el Centro Espacial de Jiuquan en China, junto con otro satélite ecuatoriano.
El argentino se llama "Capitán Beto" -su nombre técnico es CubeBug-1- es un satélite que pesa dos kilos, diseñado y fabricado en el país. Tanto el software como el hardware son de plataforma abierta y estarán disponibles para aficionados, universidades e institutos de investigación. Es el primero de una nueva plataforma de nanosatélites de industria nacional, con fines educativos y científicos y servirá para demostrar el funcionamiento de esta tecnología en órbita.
El lanzamiento se realizó mediante el cohete chino no tripulado LongMarch 2 y el Capitán Beto será monitoreado desde el Radio Club Bariloche, en esa ciudad. A los 650 km, el satélite desplegará sus antenas y orbitará alrededor de la Tierra.
El Capitán Beto no tiene componentes nanotecnológicos: su designación de nanosatélite obedece a una convención internacional, que así categoriza a los artefactos de hasta diez kilos de peso. En Latinoamérica, Brasil es el país que posee más satélites en órbita (13), seguido de Argentina (9), México (7), Chile y Venezuela con dos cada uno y, finalmente, Colombia y Ecuador con uno.
Según Emiliano Kargieman, CEO de Satellogic y responsable del proyecto, explicó que "es más chico que una caja de zapatos. Dará una vuelta a la Tierra cada 93 minutos, y cualquier radioaficionado del mundo podrá conectarse con él y bajar datos, porque no tiene fines comerciales".
Casi licenciado en Matemáticas y con estudios de Filosofía, detalló que, para bajar los costos de esa actividad, la empresa sigue dos caminos: usar componentes más baratos, que ya se usan en la electrónica de consumo, y hacer los satélites más pequeños y livianos, lo que abarata mucho su transporte. "Muchos de los componentes utilizados en la fabricación son tecnología de fácil acceso como la que se utiliza para fabricar teléfonos celulares y computadoras, que nosotros modificamos para construir componentes espaciales como una computadora de a bordo, una rueda de inercia y una cámara de baja resolución que tomará imágenes de la tierra y las estrellas".
Para Kargieman “la posibilidad de fabricar satélites mil o diez mil veces más baratos que los satélites tradicionales marca un hito en la historia de la industria satelital".
"Hasta hoy, los costos de cualquier emprendimiento eran tan altosque redundaban en poca innovación para la industria", remarcó.
El ejecutivo aseguró que el "Cube Bug puede ser diseñado y fabricado por estudiantes universitarios en un cuatrimestre”.
Los nanosatélites poseen múltiples aplicaciones científicas como observaciones de la atmósfera de la Tierra y de las estrellas.
También permiten la prueba de desarrollos tecnológicos como sensores, investigaciones biológicas (reacciones metabólicas, nuevos medicamentos), nuevos materiales como cristales y funciones educativas, detalló la cartera científica en un comunicado.
Kargieman contó que el satélite se llama Capitán Beto en homenaje a Luis Alberto Spinetta, quien falleció en 2012, cuando ya los ingenieros trabajaban en su desarrollo: "Sí, es un homenaje al Flaco. Además, como hincha millonario no me disgusta que la letra mencione el banderín de River".
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