El guitarrista y cantante Diego Demarco, integrante de Los Auténticos Decadentes, presenta paralelamente “Casi nada” su primer disco solista con 13 canciones inéditas.
El disco arranca con la contagiosa "Casi Nada", energética carta de presentación, paranoica y demandante pero tierna y delicada, las inevitables dudas del incurable romántico de barrio estilo inglés.
A continuación "Estrella fugaz", primer corte de difusión del larga duración, un clásico instantáneo de aire calavera y paso tropical suburbano, el lamento de varón fiel planeando y aterrizando en su nido.
La tercera es la hipnótica "Agua que en tu piel", en clave tribal global, de sintetizada calidez ambiental, que combina sed existencial, sabor latino, latido contemporáneo y estribillos curativos.
"Palabras" es una liviana y desgarradora composición en plan festivo, en la que Don Diego donde se viste de poeta que canta y filosofa con gracia y altura, un muchacho de barrio de vocación universal.
Luego llega "Una noche serena", himno de guitarras compañeras que levitan, anuncian y explotan, música ligera sobrada de épica, de corazón italiano y proyección intercontinental.
"Entre tanto" es un melancólico y elegante lamento pop rock, guitarras heridas y versos sentidos sobre tensión angelical, ausencia carnal y narcotizante ensoñación.
La séptima canción del disco es "A dónde vas", otro clásico instantáneo que va del tono intimista de la mirada amante al estallido de la pista de baile, sangre latina, atracción animal y fiesta popular en estado puro.
Sigue la narrativa "Un ángel", desopilante historia de trasnochada seducción, de aullidos entre sombras y juegos de cartas y de manos, con rockeados arranques y frenadas y hasta final feliz.
La novena, titulada "Otra vez una canción", es un pausado pe
o intenso himno de seducción, una oda al encuentro romántico y real, directo y valiente, otra página mayor de un disco único en su especie.
El rockero latino de corte clásico se hace presente en "La diosa de la noche", una sucesión de acordes y versos ganadores pop, uno de esos temas que justifican la existencia de los festivales multitudinarios.
Sigue "Dale que va", en donde el artista se da el gusto de dejar respirar al punkrockero que sigue siendo, en este caso aceptando ser desplumado con tal de seguir tenido alguna oportunidad.
"Cumbia apasionada", que escribió a partir de unos versos que escribió su abuelo, es uno de esos cadencias que conquistan a la primer escucha y se quedan para siempre: magia familiar y resplandor celestial con absoluta fluidez.
Se despide con "Hilando fino", dando rienda suelta a su ojo y lengua satírica encarnado a un gaucho que abraza el consumismo urbano entre entusiastas máximas telúricas y guitarras country.
“Casi nada” fue masterizado por Eduardo Bergallo en Puro Mastering. Grabado en estudio Quito. Los temas 10 y 11 grabados y mezclados en estudio Marili, mientras que el tema 2 fue grabado en Estudio Sony D.F y mezclado en estudio El Abasto.
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