Jóvenes Pordioseros regresa rockeando a puro "Pánico"

"Pánico" es el nombre del nuevo CD del grupo rockero porteño Jovenes Pordioseros que acaba de editarse.

Nuevo trabajo del combo liderado por Cristian “Toti” Iglesias con la banda reformulada para mantener el sonido impertinente, rocanrolero, pegadizo, gritón, reventado que siempre caracterizó a los emprendimientos del chico de Mataderos.

Para este oportunidad, a Toti lo secunda en guitarras el ex Persas, Juanjo Gaspari, Leo Raffa, ex Pulgones, en bajo y coros, Lucas Fiorentino en batería y Gustavo Cejas en teclados. “Pánico” es un auspicioso regreso de una banda divertida, efectiva, con actitud y capaz de brindar muy buenos shows.

El disco abre con la rockera “Pánico”, donde Toti grita que esta vivo y de regreso, mientras las guitarras tronan, y la sigue “Lobo”, bien para cancha y que parece una continuidad de uno los clásicos de la banda “Descontrolado”, aunque en este caso serán los hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata, los primeros que deban apoderarse de este tema.

“Eterno” es un medio tempo arrabalero compuesto a cuatro manos entre Toti y Facundo Soto de Guasones, que le pone su voz a la canción nocturna y de ruptura amorosa. “Staff” recuerda al viejo Tequila de Ariel Rot y Alejo Stivel, bien stoniana y también invita al pogo por su estribillo pegadizo.

“Staff” es una acústica nocturna, gastada, melancólica, mimosa y hasta tanguera, en la que Toti muestra que puede dar mucho más y que es tiempo de dejar de lado las idas y vueltas y cabalgar este caballo que es su banda.

En “Hiena”, Toti se pone su vieja piel de trasnochado, de hombre de excesos, con un sonido que remite a los New York Dolls y con estribillo también pegadizo. El blues porteño tiene su espacio en “Infierno Blues”, donde Fernando Grimaldi acompaña en voces, sumado a unos interesantes arreglos de bronces.

“Hija de la Luna” tiene una base rockera sobre la cual Toti recita y rapea una historia para su hija, con la promesa de no volver a las noches Calavera, mientras Gaspari mete un solo enojado. El disco cierra con “Canción del más allá” con un comienzo épico de las guitarras y la banda navegando en las aguas que mejor le saben, las de los medio tempo y las baladas.