La Beriso llega hoy al Cosquin.

La banda se alejó del ghetto barrial para tomar una línea más cancionera respetando el ADN del rock argentino. Hoy actuará en el Cosquín Rock.

El grupo La Beriso, que viene de confirmar que es uno de los más convocantes de la Argentina y que hoy lunes 27 actuará en el Cosquín Rock, considera que el haber llenado el estadio River en diciembre "no significa que seamos Maradona" y pugnó por un "entorno sin alcahuetes y chupamedias" para mantenerse sano.

La banda, que se alejó del ghetto barrial para tomar una línea más cancionera respetando el ADN del rock argentino, lanzó su nuevo disco "Pecado Capital" a fines de noviembre del 2017, con el que logra darle un audio notable a su sonido gracias a la intervención del productor mexicano Armando Ávila.

Menos de un mes después, el 17 de diciembre, la banda llenó el estadio de River Plate inscribiéndose en un lote sagrado de 9 grupos locales que abarrotaron el estadio de Núñez. Así la banda que lidera Rolo Sartorio en voz, Pablo Ferradas y Emiliano Mansilla en guitarras, Javier Pandolfi en batería, Ezequiel Bolli en bajo, el Conde Kug en teclados y Pablo Puntoriero en saxos, se consagró.

¿Después del show en River Plate había que bajar de todo eso? ¿Sentiste que era como la cresta de la ola, la punta de la montaña rusa?

Rolo Sartorio:-No, la verdad que no. Sentí que fue muy groso lo que nos pasó, llegamos a un lugar indiscutido. Creo que 9 bandas fue el total de las que tocaron en River, y de las 9 hay un par que fueron regrosas, por no decir todas. Llegamos a un lugar que vamos a quedar en la historia de la música en Argentina, llegamos a River y metimos 55.000 personas. Lo difícil era bajar después de salir, llegar a tu casa. Decí que me desmayé.

Te bajó el estrés?

RS:- Me desmayé, mi señora me tuvo que sacar la ropa en la cama para que te des una idea. Nos fuimos a un hotel, estábamos en un hotel para estar cerca de los invitados y todos los que tocaban. Me desmayé, le dije a mi señora "aguántame que ya vengo" y no bajé nunca más (risas).

¿Cuándo sentiste que bajaba esa efervescencia?

RS:-Cuando me desperté al otro día. Ya está, lo tenés que tomar así. Yo siempre digo en chiste que estaría bueno levantarte en tu casa y tener a 55.000 personas aplaudiendo, pero es imposible. Después del show pasás a ser una persona común y corriente.

Pero hacer eso es todo un proceso y requiere toda una cuestión de maduración tuya, "che, voy a seguir siendo la misma persona de antes de tocar en River".

RS:- Es que lo sos, no es ningún trabajo psicológico. Quizás te agarra una pequeña angustia los siguientes dos o tres días porque ya pasó, fue un evento que lo venías analizando, disfrutando y sufriendo y después pasó, ya está. Pero bueno, lo mismo dije en el Único de La Plata y después atrás vinieron el Arena DirecTV, vinieron dos Ferro y un River, con esa actitudel próximo estadio lo disfrutás y lo llevás vos, la pelota la tenés vos.