Las Pelotas

Era la fiesta más esperada por los peloteros. Mucho tiempo sin dar a luz, sin caminar por la cornisa y sentir la adrenalina de un nuevo material. Pero meses atrás llegó el hijo más esperado para los seguidores de los ex Sumo.
Si bien en Cosquín Rock 2007 habían anticipado algunos temas, Las Pelotas presentaron "Basta" oficialmente el 23 de junio en Córdoba. Mientras Buenos Aires aguardaba el ballotage entre Macri y Filmus, Germán Daffunchio, Alejandro Sokol y compañía dejaban de esperar el milagro y le decían basta a todo.
Así, el Bocha, Germán, Gabriela Martínez, Tomas Sussman, Gustavo Jove, Sebastián Schachtel, junto al trompetista y percusionista "Pollito Alejandro", subieron al escenario del club General Paz Juniors para presentar su nuevo hijo ante su público más fiel: el de Córdoba.
Ya se dijo mil veces que "Divididos se quedó con la música y Las Pelotas con el espíritu de Sumo". Pero el estreno de "Basta" demostró esa teoría. Al coro de "Luca no se murió...", los peloteros treparon a las tablas con "La clave del éxito".
Las 5.500 almas presentes poguearon a más no poder. Sokol, en tanto, repetía: "Córdoba, hacía tiempo que no nos encontrábamos".
Y se venía "Basta", seguido por "Día Feliz" -otro tema que hizo historia en el tugurio pelotero-, "Orugas" y "Desaparecido". Este último estuvo acompañado del pedido por la aparición con vida de Julio López de parte de Germán y las imágenes en la pantalla principal de los desaparecidos de la última dictadura militar.
Luego llegaba uno de los cortes de "Basta": "Ya no estás". La lista continuaba con "Como se curan las heridas", "Como un buey" -excelente la presentación de este corte difusión del nuevo material-, "Donde se esconden", "Muchos mitos", "La mirada del amo", "Si supieras", "Senderos" y "Transparente".
Basta, la consagración
"Esperando el Milagro" marcó un antes y un después en el mundo pelotero: dejaron de ser "la otra parte de Sumo", aquella marginada. Luego, la llegada de "Show" los catapultó a la historia y pasaron a ocupar ese lugar tan merecido que fue negado durante años.
El desafío era grande: superar a "Esperando..." no iba a ser fácil. Ni para ellos, ni para el público. Sin embargo, "Basta" se convirtió en la síntesis perfecta: el espíritu pelotero (con la herencia de Sumo marcada a fuego) en su máxima potencia, junto a la excelencia musical lograda en el disco milagroso.
Y así se obtuvo el mejor premio: muchos de aquellos seguidores temporarios, que se acercaron al universo pelotero cuando "Será" sonaba incesantemente en las radios, se quedaron y forman parte hoy de este submundo de rockeros que sueña y lucha por un lugar mejor. De una u otra manera, al fin encontraron la clave del éxito. Y esta realidad que hoy afrontan los ex Sumo se vivenció en el estadio Juniors ante los más de cinco mil presentes.
El show, que duró poco más de dos horas, seguía con otro de los cortes difusión del último trabajo: "Siento luego existo". Enseguida vinieron una serie de los mejores reggaes de la banda encabezados por "Uva, uva". La noche continuaba con "Revolución", seguido del rock cabaretero de "Veoyover", la tradicional "Bombachitas rosas", "Hoy llegaras a verte" y la poesía musical de "Cuando podrás amar".
La lista seguía con "La marmota", "Espirales", la enorme contundencia de "Tiempo de matar" y el pogo en masa que se desató con la unión non sancta de "Esperando el milagro" y "Sin hilo", que pavimentaron de vértigo el camino hacia el final, que no estuvo libre de accidentes (el grupo interrumpió el reggae de "Hawai" para llamar a la paz a algunos integrantes del público que habían iniciado una pelea).
En busca de un cambio
El público se renueva año a año, pero la energía de esta banda que tocó por primera vez ante alrededor de 20 personas, y que hoy ya es mítica, sigue sumando fans que llevan sus banderas, sus trapos, la ideología y la música de Las Pelotas en la cotidianeidad de sus vidas.
Estos artistas, que hicieron de Nono su centro energético, el lugar donde hallar la musa inspiradora, grabaron "Basta" en Capital Federal porque, según declaró Daffunchio, "Dios atiende en Buenos Aires". La prioridad era ofrecer un material de lujo: de esos incapaces de faltar en una discoteca. Y así, entre la mágica armonía de las sierras de Córdoba y la vorágine capitalina, nació el décimo material del grupo.
Las Pelotas están felices con este nuevo hijo. Como dijeron Germán y Gabi a Mario Pergolini (en la presentación radial del trabajo): "No hay un tema preferido. No podemos elegir uno. Nos gustan todos".
Y sí... elegir uno es difícil. Cada tema tiene su historia, su onda, ese brillo que los convierte en únicos y elegibles.
Así, en el show de Córdoba, el nuevo trabajo fue recorrido a pleno. De esa forma, la noche continuaba con "Buscando un cambio", "Cinco magníficos" y "Capitán América", que daba el puntapié para el gran final con "Debedé", de Sumo.
Noche inolvidable para los peloteros y también para una banda que no para de crecer y que, por más que halló la clave del éxito, sigue explotando en cada encuentro, otorgando lo mejor de sí. Son dignos hijos de un gran padre, y de eso no caben dudas.