Viejas Locas, en Vélez La banda dio un gran show en su reunión. Hubo enfrentamientos.

Es una pena que la noche de rock se haya empañado con los incidentes previos al show, porque Viejas Locas, la legendaria banda de Cristian "Pity" Alvarez, Fabián "Fachi" Crea y Abel Meyer sumó a Sergio Hernández y volvió luego de casi diez años para ocupar un lugar que el rock había dejado vacante.

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Y lo hizo con un poderoso show de tres horas y media, un Estadio Amalfitani repleto con 40 mil personas, más de 25 canciones y toda la actitud hermosa y demente del Sr. Álvarez, décimo tercer apóstol del rock, que volvió para decir todo lo que los demás callan por pudor, escupiendo delirios y verdades sin filtro alguno, cantando desde el piso, tirando la guitarra a la multitud y desafiando. Incorregible, atractivo y auténtico.

Viejas Locas Homero

La velada arrancó unos minutos antes de las 23 con una serie de videos sobre la historia del género, desde Elvis a Viejas Locas. Luego subió la banda con Pity modelo 2009: look de correcto performer británico, camisa negra, morocho y con un par de gafas negras. La Flor, Me gustas así y Perro Guardián fueron los temas iniciales, dos clásicos del rock barrial y suburbano más el tema que presentaron como adelanto de lo será su próximo disco. Pasado, presente y futuro.

Viejas Locas Eva

No hubo en la noche lugar para la exploración sonora con coqueteos con la música electrónica que Pity se permitía en Intoxicados. Fue puro rock en blanco y negro, con algo de nostalgia. "Éramos tan chiquitos cuando empezamos a tocar. Cómo pasan los años", decía antes de empezar Una vez más. "Me acuerdo cuando gritaban en los shows de Intoxicados para que vuelva Viejas Locas, vieron los más chicos que es una banda más", insistía antes de cerrar la primera parte con La simpática demonia.

Viejas Locas Una vez mas

"No tiren llaves, ni documentos. Y si tiran zapatillas que sean talle 41 y un modelo moderno. Nada vintage de diez años atrás", dijo Álvarez con los colores del arco iris en su remera y la banda volvió para la segunda parte del show con Puente La Noria, Dos Nenas y Caminando por las piedras. "Si esto no es el rock, el rock dónde está", disparó Fachi. Luego subió al escenario el invitado estelar, "El Negro" García López que llegó para tocar Por las calles de Ciudad Oculta y se quedó por el resto de la noche.

Viejas Locas - El Arbol De La Vida - Me Gustas Mucho (Velez 14/11/09)

En el tramo final del show se destacó una zapada de Pity solo haciendo Tornillo eterno y dejando la frase que lo define y protege de todo juicio: "Nada está bien, nada está mal. Todo depende del ojo que lo mire".

Los incidentes.

Todo explotó una hora y media antes de que Pity Álvarez salga al escenario. Eran las nueve de la noche y el gran regreso de Viejas Locas colmó las calles de Liniers. Una marea de jóvenes caminaba alrededor de un Amalfitani iluminado. Los cánticos, los tragos (cerveza, vino y fernet, en su gran mayoría) y el sinfín de colectivos que arribaban de todo el país para ver el recital esperado.

De repente, el caos. Un ruido a vidrio roto fue el preámbulo de las corridas. Un botellazo había dado contra el casco de un policía y se desataron los incidentes.

Los caballos intentaban encausar una cola descontrolada. El camión hidrante y los gases lacrimógenos sirvieron para dispersar el lugar. Según la versión policial, el descontrol comenzó cuando la gente quiso ingresar sin su entrada. Sin embargo, los propios involucrados reconocieron “La policía decía que ya no había más lugar en el estadio y no importaba si tenías o no entrada”. “Fue un desastre organizativo”, agregó un lector que estuvo en el lugar.

Balas de goma y más palos. El ingreso al estadio se hizo una odisea plagada de corridas y gritos, que dejó como saldo a 30 personas heridas (que fueron derivadas al hospital Vélez Sarsfield y Tornú) y 40 detenidos, que recuperaron la libertad en el mediodía del domingo.