Con un show contundente, Rata Blanca cerró la versión 2012 del Cosquín Rock. “Gracias por el aguante”, repitió una y otra vez Adrián Barilari durante el set y no era para menos. Es que Rata Blanca recién pisó el escenario pasada la una de la madrugada del lunes
El paréntesis sobre homenajes a Luis Alberto Spinetta en el último día se abrió con Baltasar Commoto, uno de los violeros convocados por el Flaco para sus últimos discos, y apenas una cita melódica a Tu vuelo al fin en solo distorsionado de guitarra. Más tarde Coverheads (sí, una banda de covers, digna, pero de covers traducidos al castellano de temas de bandas de hard rock tuvo un incomprensible lugar de privilegio, con Comotto tocando antes) quiso hacer lo propio con unas estrofas de Todas las hojas son del viento, algo que sonó tan fuera de lugar como su ubicación en la programación.
Con todo, el más simbólico y sentido de los tributos a Spinetta lo rindió Juanse, uno de sus amigos cercanos y compañeros de viaje, arrojando al público una flor por cada una de las bandas que integró el homenajeado. Bien por él, aun cuando nadie le hubiera reprochado que tocara, por ejemplo, la versión de Me gusta ese tajo que hizo con los Ratones para un especial de Much Music, eligió recordarlo del modo menos convencional y demagógico posible.
De todas formas, a La Vela le corresponden las generales de la ley cuando de tocar nuevas canciones se trata, y la fiesta en serio apareció para hits como El viejo, De atar o Llenos de magia. El llamado de atención, no obstante, vino para Polidoro, tema nuevo que Teysera dedicó "a Julio A. Roca y al hijo de puta y traidor de Fructuoso Rivera", responsables históricos de matanzas de indios a ambas márgenes del río Uruguay.
La temática del segundo escenario era el reggae, pero si algo había quedado claro desde las primeras bandas que pasaron por ahí es que el mucho más que un género de música, lo que estaba sucediendo ahí era un verdadero festejo. El festival llevado a su máxima expresión.
Dread Mar I dejó la cosa bien caliente y Los Pericos se hicieron cargo de esa masa candente. La receta es infalible: temas que sabemos todos, tocados por músicos más que aceitados y canciones que se escuchan en toda fiesta que se precie. El resultado no puede ser otro que positivo. La banda liderada por Juanchi Baleirón tuvo en el primer tramo de su setlist a Complicado y Aturdido, Runaway y Pupilas Lejanas.
La lista de esta banda tiene algunas infaltables como Waitin, Mucha Experiencia y Nada que Perder. Pero también tiene siempre un as bajo la manga para dejar con la abierta a más de uno. Esta vez fue un cover de Nirvana. El tema elegido fue Smell Like Teen Spirit y la versión que hicieron fue un lujo, una adaptación que le cerraba perfecta a la banda y al mismo tiempo respetaba el espíritu original. También hubo tiempo para acordarse del Flaco Spinetta y dedicarle Sin Cadenas. Después de todo esto ya quedaba poco para hacer, salvo anunciar la despedida que estuvo precedida por Home Sweet Home.
A todo esto ya había pasado la una de la mañana. Los shows anunciados en el segundo escenario tenían un retraso bastante importante. Todo indicaba que Nonpalidece iba a terminar casi al mismo tiempo que el show del escenario principal.
El comienzo del show estuvo marcado por un video en el que podía verse a Néstor entre unos arbustos y más tarde frente a una computadora, como si estuviera comandando desde ahí los detalles previos al recital. Tu Recompensa fue el primer tema que se escuchó y la respuesta de la gente fue aumentando a medida que pasaban las canciones. En el Aire, El Ciclo y La Flor –en la que siempre se escucha el clásico Dale Nonpa coreado- sirvieron para embeber a todos en la fiesta rastafari.
Es cierto que Néstor no se cracteriza por su verborragia, pero sí por algunas frases que lo acompañan en cada uno de los shows de Nonpa. Sin dudas, la más escuchada es ¿Se siente el reggae? que tampoco faltó en este Cosquín Rock 2012. Uno de los puntos altos de la noche estuvo dedicado a Bob Marley. Tras cumplirse 30 años de la muerte del jamaiquino, la banda siempre encuentra un buen motivo para rendirle homenaje. En esta oportunidad, contaron con la presencia del Negro García López y Marcelo Blanco –de Los Pericos- que se sumaron al escenario para interpretar The Heathen.
La aguja se acercaba cada vez más a las dos de la mañana. Nada parecía detener a esta banda que tocó Dame Luz, Espejo y Reggae del Universo con la misma energía que se puede tener a las tres de la tarde. “Hagan una ronda bien grande”, pedía Néstor. Costó un poco el armado, pero después de tres intentos fallidos de organización, finalmente ¿Para Dónde Corres? logró su marco. Flores Para tu Partida cerró la presentación, Y con el último acorde de la banda, quedó en silencio el segundo escenario del festival. Será hasta el año que viene.
La espera se hacía larga. Hace ya media hora que había terminado el show de La Vela Puerca y por los alrededores del escenario no había indicios del Pity ni de ninguno de sus compañeros de Viejas Locas.
Imágenes de una moto viajando por el conurbano bonaerense dieron la pauta de que en pocos segundos la guitarra del Peluca daría inicio al show y que la rabiosa Puente La Noria sonaría de los parlantes del escenario principal. Y tal como la imagen lo iba demostrando el hecho se iba consumando: Pity con su guitarra colgada empezó a rockear y deslizó sobre el escenario gran parte de sus clásicos.
“Estamos muy contentos de estar acá, en Argentina, cantando para ustedes. Un placer tocar de nuevo para tanta gente. Muchas gracias a todos los que viajaron para vernos, y los que no también” gritó Cristian antes de hacer Hermanos de Sangre y pegarla con una versión blussera de Adrenalina.
El show en Cosquín era también el segundo del grupo luego del lanzamiento de Contra La Pared, su primer álbum de estudio después de más de diez años. Por eso también el recital sirvió como excusa perfecta para mostrarle a mucha gente parte del nuevo material de Viejas Locas: Roca & Giro, Perdóname Mi Amor y el tema que le da nombre al disco sonaron en la noche cordobesa.
Sentado en una banqueta y con su guitarra acústica sobre sus piernas, Pity entonó la dulce balada En Problemas. Aprovechando la situación y la calidez del momento acústico, hicieron sonar una versión tranquila del clásico Homero.
“Esta es la única vez que voy a hablar de esto. Pero gracias a todos los que me tiran DNI porque el martes tengo una audiencia y me van a venir muy bien para poder escaparme del país cuando quiera. Voy a falsificar mi identidad, yo no soy yo. El que está acá no soy yo” bromeó Pity Álvarez en una especie de descargo hacia su reciente detención en el barrio de Lugano.
Una tremenda versión de Lo Artesanal de más de diez minutos con final de vientos incluido siguió y dejó todo listo para que el grupo se despidiera del escenario, aunque sea por unos minutos. Porque un corto tiempo después el característico riff de Perra empezó a sonar y los aullidos de Pity cobraron vida. “¡Paren todo!” gritó el cantante en lo que fue el mejor momento de la noche: un técnico se le acercó al músico y le avisó al oído que Viejas Locas tenía confirmado un show en el estadio de Argentinos Juniors para abril de este año. “¡Fuck off a la federal! ¡Nos tuvieron que habilitar putos! Bueno, terminemos esto rápido que me quiero ir a festejar” dijo el ex Intoxicados que celebró junto a su público con No Me Pienso Levantar del último disco de la banda.
Intoxicado fue el último tema de la lista en sonar, pero la alegría de Pity era tan grande que quería regalarle a sus fanáticos una última perlita: solo, sentado en un banco al final de la pasarela y con su guitarra acústica sobre la falda el cantante se despidió entonando el clásico Fuiste Lo Mejor de Intoxicados.
“Gracias por el aguante”, repitió una y otra vez Adrián Barilari durante el set y no era para menos. Es que Rata Blanca recién pisó el escenario pasada la una de la madrugada del lunes.
Y había que aguantar, porque la jornada había arrancado bien temprano bajo un intenso calor y las piernas ya no respondían. Más, teniendo en cuenta que muchos de los que asisten al Cosquín Rock tienen el abono de tres días y el cansancio se hacía notar.
Si bien algunos fans de Viejas Locas optaron por emprender la retirada y otros se mudaron al escenario temático para ver el tramo final de Nonpalidece, muchos le hicieron el aguante a Giardino y compañía en el cierre del festival.
Cosas que pasan en el mágico mundo del Cosquín Rock, en el que conviven sin ningún inconveniente Viejas Locas con Rata y La Vela Puerca, por ejemplo.
En ese marco y con una puesta especial de tres pantallas gigantes y dos torres de amplificadores haciendo de pared en el escenario Rata Blanca ofreció un show que mezcló canciones de El reino olvidado, con viejos clásicos de la banda más dos cobres que sorprendieron a más de uno.
Casi se excusó Adrián antes de presentarla, pero lo cierto es que la versión que tocaron de Live and let die fue ampliamente superadora a la que por ejemplo hacen habitualmente los Guns ´N Roses. Es que Rata suena de la ostia. Esa mezcla de potencia y virtuosismo, sumado a la gran voz de Barilari hacen de Rata Blanca una verdadera aplanadora de rock y metal demencial.
El otro cover y también sorprendente (no por la situación, sino porque no acostumbran a hacerlo) fue una tremenda versión de Despiértate Nena de Pescado rabioso para rendirle tributo a Luis Alberto, como lo hizo la mayoría de las bandas que pasó por el Cosquín Rock. “Gracias Flaco. Y estaría bueno que estos homenajes también los hagamos en vida y reconozcamos a los grandes de nuestra música”, tiró Giardino en su única intervención en el micrófono. Es que Walter no lo necesita, le alcanza con hacer hablar a su guitarra.
Beso de la bruja provocó la primera gran ovación que dio paso a Días duros, otra de Magos, espadas rosas. De su último disco sonaron Diario de una sombra –elegida para abrir el set-, El círculo de fuego y El reino olvidado.
Abrazando al Rock & Rol fue la última antes de los bises que encadenó Callejero, Guerrero del arco iris, Mujer amante y La leyenda del hada y el mago.
A pedir de los estoicos que seguían en pie pasadas las tres de la mañana y festejaron con los últimos acordes que sonaron en la edición 2012 de Cosquín Rock.
Ni bien se despidió Rata comenzaron con el desmonte de las estructuras y a levantar los fierros correspondientes a los respectivos escenarios. Se terminó el Cosquín y el predio vuelve a ser el aeródromo de Santa María de Punilla.
Tal vez el año que viene se llame Luis Alberto Spinetta, como pidieron sus colegas
Y a esperar la edición 2013, que tendrá una versión en Santa María de Punilla y otra de exportación en Chile.
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