Pepsi Music dia 6

Hace unos meses, a propósito de la salida de Death Magnetic de Metallica y de la elogiada producción de Rick Rubin, Alan McGee (factotum de Creation Records y ex manager de Oasis y The Libertines, entre otros) se preguntaba porque no había sido reivindicado un disco como Electric de The Cult, a poco más de veinte años de su lanzamiento y también con Rubin tras la consola.

Y después de presenciar su show de la banda en el Pepsi Music, está para darle la razón a McGee no sólo con este disco, sino con la banda en general. "Nirvana", "Lil’ Devil", "Sweet Soul Sister", "Love Removal Machine", "She Sells Sanctuary", y la lista continua: ¿cuántos grupos pueden presumir de tener tantos clásicos del hard rock e interpretarlos de manera tan fresca? Ian Astbury tiene la garganta intacta (y, por suerte, dejó de jugar a ser el Rey Lagarto), las seis cuerdas de la guitarra de Billy Duffy suenan con ese poderío heredado de Jimmy Page y Angus Young, y el grupo suena preciso y contundente. Una buena dosis de rock pesado para cargar las pilas en una bella noche de sábado, tras la energética presentación hardcore de Beatsteacks en el escenario Claro, cover de "London Calling" incluida.

El momento

Roberto Pettinato compartió con Las Pelotas la última parte del recital, y participó como si fuera un miembro estable de la banda de su ex compañero en Sumo, Germán Daffunchio. Y, como no podía ser de otra forma, los highlights estuvieron en las versiones de "Mañana en el Abasto" y "El ojo blindado"; con nostalgia y con potencia, ambos recordaron que el espíritu de uno de los combos más emblemáticos del rock nacional está presente.

Sobrio a las piñas

Y el Día D llegó para Las Pelotas: salir a enfrentar al soberano con la ausencia de Alejandro Sokol como frontman. El análisis tiene varias aristas: la banda sonó de manera espléndida (la dupla guitarrera de Daffunchio y Sussmann es un placer para los oídos) pero la respuesta del público fue, cuanto menos, tibia. El repertorio no incluyó clásicos del grupo hasta el momento inevitables como "Shine" o "Sin hilo", Roberto Pettinato sumó su saxofón para una adaptación de "Perdedores hermosos" al castellano y su guitarra para "Mañana en el Abasto", y la toma de "La colina de la vida" de León Gieco fue inmejorable. Y el cierre con "El ojo blindado" tuvo la intensidad que todos esperaban. Conclusión: más allá que conserven el nombre, lo que se vio en el Pepsi Music ayer es otra versión de Las Pelotas. Más musical dirán algunos, más fría otros, pero todos coincidirán que más sobria, con todas las lecturas que admite el calificativo.

Como pomelo por su casa

Volvió el sol a Buenos Aires y otra jornada del Pepsi Music, la sexta, arrancó en el club Ciudad. Después de las presentaciones de Zumbadores , Bulldog y Pampa Yakuza , llegó el turno de subirse al escenario Claro para Hijos del Oeste con Toti Iglesias. Y literalmente se subió: Toti trepó por la estructura a lo Juanse Paranoico mientras lo que sonaba era "Satisfaction" de los Rolling Stones. ¿Homenaje para sus principales influencias musicales?el

Acto seguido, los Ratones Paranoicos arrancaron en el main stage para dejar claro quienes son los socios fundadores de la patria stone argentina. Desde viejas gemas como "Sucio gas" hasta "La alfombra", el grupo brilló con un sonido más NYC 77 (Lou Reed, New York Dolls) que londinense. Tras "Banda de rock and roll" y "Cowboy" parecía que todo terminaba, pero el grupo retornó para una incandescente versión de "Sigue girando", fuera de programa, y confirmó que hay pocos actos rockeros en este país con su combustión.

Antes de que se haga de noche, apareció Pier. En su set recorrió tracks de toda su discografía ("El paraguas malvado de Porota", "El narigón del barranco" y "Llegando a la felicidad", entre otros) y aunque todavía su sonido no logra destacarse, sus letras referidas a las chicas, el alcohol y la noche causaron un buen efecto en el público, que les festejó todas y cada una de sus intervenciones. Rolling Stone