El músico se presentó en el estadio Orfeo, donde desplegó su repertorio ante 5 mil personas durante casi dos horas. Al comenzar, advirtió a su público sobre el uso de pirotecnia durante el show donde durante casi dos horas deleitó con lo nuevo y lo clásico a más de 5.500 personas.
“No habrán traído bengalas, ¿no?”, preguntó el músico antes de comenzar a tocar con su piano Cerca de la revolución.
A lo largo de la noche fue desplegando otros clásicos como Demoliendo hoteles, Pasajera en trance, Rezo por vos, Fanky, Eiti Leda, Confesiones de invierno y Canción para mi muerte, mientras que de su nuevo disco, Kill gil, tocó el tema No importa.
Charly estuvo acompañado por Carlos García López (guitarra), Fabián Quintiero (teclados), Kiuge Hayashida (guitarra), Tonio Silva Peña (batería), Carlos González (bajo) y Rosario Ortega, hija de Palito, quien reemplazó en coros a Hilda Lizarazu.
Sobre el final, sonaron Los dinosaurios, No toquen, Rock & roll yo, Yendo de la cama al living y un particular Popotitos.
La nueva etapa artística de Charly García, tras el proceso de desintoxicación, encuentra a un músico más responsable, y ejemplo de esto es la decisión de llegar a Córdoba un día antes del show para, entre otras cosas, realizar una ajustada prueba de sonido.
De acuerdo a la agenda prevista, el sábado próximo se presentará en Asunción, Paraguay.
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