Queens of The Stone Age minimizó la lluvia y regaló una gran noche.

Una lluvia tenaz y persistente no logró evitar que el grupo estadounidense desplegara toda la paleta de colores, ante casi 20.000 personas, de su hard rock con reminiscencias metaleras, punk y stoner, en la primera noche del festival Pepsi Music.

En su tercera visita a la Argentina, el grupo liderado por el guitarrista y vocalista Josh Homme exhibió su riqueza artística y su decisión de recorrer sabiamente otros caminos que lo alejen de los ortodoxos corsets del heavy metal, pero sin perder un ápice de poder y potencia.

Surgida del rock stoner, los QTSA son, sin dudas, una banda de rock duro, y por momentos metaleros, pero privilegian otros climas y otras atmósferas a la ultravelocidad y los gritos guturales que caracterizan últimamente al género del cuero y las cadenas.

Quizás por las influencias de los primeros discos de Black Sabbath y Led Zeppelin, pero también de bandas punks y de la new wave, es hoy una de las bandas más interesantes del rock duro.

El conjunto llegó al país cuando ultima los detalles de su nuevo disco que Homme está grabando junto a Dean Fertita en guitarra y teclados, Michel Schumman en bajo y el versátil Troy Van Leeuwen  en guitarra, sumado al Foo Fighters Dave Grohl en batería.

Pero anoche hubo una novedad, el grupo presentó a John Teodore, su nuevo baterista, quien antes había ocupado ese lugar en los recientemente disueltos Mars Volta, que se caracteriza por su virtuosismo, su velocidad y su firmeza, sin dudas una ganancia total para los QTSA.

Minutos antes de que la banda se subiera el escenario, la lluvia que cayó durante la madrugada del martes y buena parte del día, recuperó fuerzas y volvió a embestir, sin que la banda se amilanara.

La primera canción fue “Lost art”, donde Homme y Van Leeuwen demostraron su capacidad para crear riffs pegadizos que llevan a mover el piecito, pero sobre el cual se tejen entramados y arabescos complicados y casi psicóticos.

Teodore ha conformado rápidamente una base versátil junto a Schumman, que le permite a los guitarristas y al vocalista crear atmósferas y climas distintos para cada canción.

“No one knows” es el hit del notable “Songs for the deaf” y tiene un riff pegadizo y unos frenéticos cambios de ritmo de batería, grabados originalmente por Grohl y que Teodore realza con su talento.

Al decidir alejarse de la hipervelocidad que reina en el heavy metal, Homme y sus amigos encaran el blues desértico, el hard rock y los riffs rocanroleros, desde un lugar más valvular, más árido, cansino.

El desierto no es un lugar para correr, el sol pega como en ninguna otra parte, el agua escasea y hay que ahorrar energías y con esas reglas parecen moverse los QTSA que nacieron en el Palm Desert.

Además, la agrupación posee una amplia casa en ese desierto donde se juntan con músicos como Grohl, PJ Harvey, Mark Lanegan, Billy Gibbons de ZZ Top, Alain Johannes y otros músicos, a grabar largas zapadas alucinógenas, que Homme suele editar en forma independiente o subir directamente a la web.

Por todo ello, los QTSA son una banda desértica pero también es psicodélica y rutera para los oídos de motoqueros, camioneros y viajeros solitarios en auto, que circulan perdidos, sin rumbo alguno.
Con una relectura personal de los riffs bluseros, como así también de melodías más punks o de la new wave, los QTSA fueron tocando anoche los mejor de su repertorio como “Sick, sick, sick”, “Burn the witch” y “Monsters” junto a una notable versión de “Misfit Love”.

La versión de esta canción duro casi ocho minutos desde un inicio con acoples y agudos de guitarra sobre la cual se montó un bajo saturado y unos teclados machantes, mientras Homme alternaba el falsete con su voz real, para luego desplegar largos y encantadores solos junto a Van Leuween.

Las rápidas y frenéticas “Little Sister” y “Go with the flow” confirmaron que esta es una banda notable y le dieron un gran cierre al concierto, en el que el grupo mostró la canción “My God is the Sun”, que será parte del nuevo disco “Life Clockwork”.

Un rato antes, al escenario se subió, el grupo británico Kaiser Chiefs, de un presente incierto, que ya visitó la Argentina en un par de oportunidades y que solo puede mostrar como atractivo las canciones de su primer disco como “Average”, “Na na na na” y “Ruby”.

Previamente tocó el combo Passion Pit, un grupo “indie” bostoniano integrado por Michael Angelakos en voz, Ian Hultquist en teclados y guitarra, Ayad Al Adhamy en sintetizador y sampleos, Jeff Apruzzese en bajo y Nate Donmoyer en batería.

El grupo asumió canciones de sus dos discos “Gossamer” y “Manners” que lo mostraron siguiendo el camino trazado por Coldplay, al punto tal que su vocalista tiene un timbre muy parecido al de Chris Martin.

Los grupos argentinos estuvieron muy bien representados por los stoner Humo del Cairo que tocaron canciones de sus dos álbumes, a los que hay que prestarles especial atención, además del cuarteto sónico femenino Trueno Blanco. También se destacó el cancionero melancólico de los Viva Elástico.

Para hoy miércoles, el Pepsi tiene programado como plato fuerte a los notables de Seattle Pearl Jam, a los ascendentes Black Keys, a los bluseros Alabama Shakes, a los independientes Two Door Cinema y Hot Chip y a los suecos garageros The Hives.