Bad Religion llenó de clásicos punk el Malvinas Argentinas.

La histórica agrupación de punk rock Bad Religion, con 35 años de carrera a cuestas, llenó de clásicos el estadio Malvinas Argentina ante un público que no dejó de vivar al grupo durante una hora y media de concierto surcada por 32 temas.

"Oh Bad Religion, un sentimiento no puedo parar..." tronó en el estadio durante buena parte del concierto e hizo que los músicos disfrutaran desde el escenario y su vocalista, lider y fundador, Greg Graffin en un improvisado castellano expresara "gracias, son lo mejor de Sudamérica".

Con marcado ritmo clásico del punk californiano que en los inicios de los 80 se constituyó en un faro para numerosas bandas, Bad Religion se paseó con holgura por clásicos de su historia y a su vez le agregó pincelazos de su más reciente álbum "True north".

Más allá del sonido punk rabioso con mistura de rock, con guitarras ardientes y sonando a pleno, la agrupación deleitó a su gente (con un promedio de edad de 35 años) y prometió volver pronto.

Junto a Graffin conforman actualmente el grupo los también fundadores Brett Gurewitz en guitarra y el bajista Jay Bentley, junto a Brooks Wackerman en batería y Brian Baker en guitarra.

"Fuck you", "Dharma and the bomb", "New América", "Stranger than fiction", "True north", "Wrong way kids", "Raise your voice", "Beyond electric dreams" y "Struck a nerve", fueron los temas que marcaron los momentos del concierto.

Y en el final con baile, pogo y mosh furioso, sonaron los esperados "Supersonic", "Prove it", "Punk rock song", "Generator", "American Jesus", "Infected" y la despedida con "Dept. of false hope".

Bad Religion mantiene desde sus inicios el sonido punk furioso, con letras de alto contenido social y protestas generalizadas sobre la realidad del mundo, especialmente en su país.
Desde hora temprana y con poco público presente, las emblemáticas bandas locales Expulsados y Cadena Perpetua participaron como invitadas.

Cadena Perpetua lo hizo con un punk-rock clásico pero más elaborado y abordó clásicos de su carrera como "Malas costumbres", "Buscando salidas", "Delincuentes", "Sobrevivir", "Violencia" y "Culpables", todos con letras de protesta.

Por su parte Expulsados, más cerca de la línea del punk cultivada por Los Ramones en los 80, le regalaron a su gente "Mi novia es una zombie", "Tarde de sol", "Eso no se hace", "La granja de los Gardner" y "Lo sabe, no lo sabe".