Los cerrojos de la intimidad del fallecido cantante argentino Roberto Sánchez, más conocido por el seudónimo artístico de Sandro, serán abiertos por el documental "Yo Sandro", de Miguel Mato, que se encuentra en postproducción y cuyo adelanto fue exhibido en el marco del festival de cine Pantalla Pinamar.
"Durante dos años y medio de investigación descubrí a Roberto. A Sandro ya lo conocía. Cada material de archivo, sus manuscritos con canciones corregidas, sus propias filmaciones y los relatos sobre él por parte de otros músicos permitieron encontrarme con una persona que no conocía", dijo Mato en diálogo con la prensa.
El documental inicia con un recorrido de la cámara por la casa que Sandro poseía en el barrio de Bánfield, sur del Gran Buenos Aires. Es un verdadero santuario cuyas puertas jamás habían sido abiertas al mundo. Allí vivía con Olga Garaventa, con quien contrajo matrimonio en 2007, a los 61 años, en una ceremonia casi secreta. La entrada majestuosa de estilo clásico francés, los jardines; el living, el estudio donde está el piano y los equipos de música, la vasta biblioteca, la cocina y las habitaciones se aprecian al detalle mientras la voz en off del cantante relata instantáneas de su infancia.
La voz de Sandro fue grabada por el director de "Haroldo Conti, homo viator" en 1990, sobre textos escritos y editados por el propio cantante que dan cuenta de sus orígenes humildes, de cómo se inició en la música y del cambio radical que ésta provocó en su vida. La canción "Una muchacha y una guitarra" guía ese tour inicial del filme por la que fuera morada del músico y por su vida: "siempre cantando, siempre bailando yo quisiera morir, dejar el cielo sobre este suelo en el que yo nací: no quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad, quiero que me recuerden como la misma felicidad".
"Elegí ese tema porque él siempre decía que ese era su testimonio musical, así quería ser recordado", relató Mato quien reveló que obtuvo sin problemas la autorización de la viuda para recorrer y filmar la casona sin restricciones.
El cineasta aclaró que no hubo un acuerdo económico con Garaventa para rodar en la casa -es la primera persona que lo hace-, como muchos sugirieron.
"No tengo un centavo, por lo tanto no hice ningún arreglo económico. Olga me abrió las puertas porque mi compromiso con ella fue el de tener un profundo respeto por la persona de Sandro, como lo he hecho siempre con otros personajes que he retratado", subrayó.
Durante la investigación Mato recolectó 3.500 fotos, más de 1.000 inéditas y que retratan momentos familiares, algo poco visto durante la vida de Sandro, quien resguardó con celo su intimidad, una de sus marcas registradas junto a la discreción. "El Gitano", que falleció el 4 de enero de 2010 a los 64 años, nunca había tenido una vida social intensa, sin embargo, tuvo muchos romances que jamás se hicieron públicos. Tanto esta actitud como sus sensuales movimientos de cadera cuando explotó el rock en los años sesenta, lo convirtieron en un mito. Sandro fue uno de los fundadores del rock en español en América Latina, aunque en los sesenta había una discusión sobre esa cuestión ya que muchos lo consideraban un cantante de baladas románticas. Músicos como León Gieco, Juan Carlos Baglietto, Pedro Aznar y hasta José Luis "El Puma" Rodríguez aportan sus anécdotas y testimonios de una época que hizo historia en el rock argentino y, de paso, regalan algunas perlas de sus encuentros con Sandro.
En este momento, sostuvo Mato, la película está "en su etapa más difícil" que es la de negociar los derechos sobre algunos materiales.
"La cuestión es complicada porque sobre algunas cosas tengo derechos plenos y sobre otras debe determinarse si corresponden a discográficas o a familiares".
Por ese motivo, el estreno está previsto para dentro de algunos meses.
Sobre el documental Mato dijo que desde el inicio se propuso algo que espera transmitirle al público: "la idea es poder conocer bien a Roberto para disfrutar a Sandro".
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