La cantante Madonna terminó su primer show en el estadio de River de Buenos Aires luego de un comienzo algo retrasado producto de un estado febril que ella misma reconoció arriba del escenario.
Es que la Reina del Pop dijo que tardó una hora y media más de lo planificado en salir porque estaba sufriendo algo de fiebre y hasta le pidió a sus fans que la "ayudaran con las canciones".
En medio de silbidos y cantitos como "ay, ay, ay, ay, qué risa qué me da, si no sale Madonna qué quilombo se va a armar", la cantante estadounidense apareció en escena a las 23.20 horas, cuando el recital estaba pautado para las 21. ¿Explicaciones? Ninguna.
De ahí en más todo fue fiesta y locura pop en Núñez. Una gran cantidad de fans deliraron en en el Monumental con un espectáculo técnicamente impresionante.
Bastó que sonaran los acordes de "Girl Gone Wild", una canción dance de su último disco, "MDN", para que toda la ira del público se diluyera. Los asistentes disfrutaron así del recital que ofreció la "Chica material" la noche del jueves en el estadio del club River Plate, pese a la fiebre que sufrió.
"Gracias a todos por esperarme. Les pido disculpas: estoy enferma y tengo algo de fiebre", explicó la artista de 54 años, la cual recibió como respuesta una fuerte ovación y al mismo tiempo escuchó el coreo de su nombre: "Madonna, Madonna".
Pese a su estado febril, la cantante y actriz hizo un repertorio en el que incluyó canciones como "Revolver", "Gang Bang" y "Express Yourself", uno de sus clásicos incluido en su álbum "Like a Prayer" de finales de los años 80.
Escoltada por un grupo de bailarines en un escenario imponente de grandes dimensiones, con una pantalla de Leds en el centro y dos más pequeñas en los laterales, Madonna desplegó así una variada y singular coreografía en gran parte de sus canciones, como así también un constante cambio de vestuario.
Después de interpretar, "Open your heart", en el que estuvo acompañado por la banda vasca Kalakan, la estadounidense arremetió con la sensual "Vogue" y siguió con "The erotic candy shop" y "Human Natural", canción en cuyo final se puso de espaldas al público y se bajó el pantalón, dejando ver su diminuta ropa interior, lo que provocó el delirio de los más de 40.000 espectadores.
Posteriormente, la artista puso paños fríos al espectáculo y transformó el clima en emotivo, ya que frente al piano interpretó el clásico "Don’t Cry for me Argentina", que forma parte de la película "Evita", de Alan Parker, estrenada en 1996, y luego mostró un tatuaje que se hizo en homenaje a "Eva", el nombre de la influyente líder política y quien fuera esposa del presidente argentino Juan Domingo Perón.
Para el tramo final y tal como sucede en sus recitales, cambió algunas versiones de los temas e hizo "Like a Virgen" en gospel y "I’m addicted" en techno.
Madonna, de 54 años, guarda un cariño muy especial por Argentina, varias veces agradeció a sus fanáticos y también recordó sus shows pasados.
Madonna desplegó todo su show junto a su banda y su grupo de bailarines, entre los que están su hijo Rocco Ritchie (12) y la pareja de la cantante, el francés Brahim Zaibat (24).
La escenografía del MDNA Tour dejó boquiabierto al público, con sus casi 300 toneladas de escenario en forma circular, y parte de una catedral gótica, comenzando por un confesionario, que es desde donde se inicia el show.
La cantante llegó al país acompañada de cuatro aviones 747. Una estructura impresionante que ya pasó por 22 países (374 toneladas de escenario). En el cuerpo de baile se encuentra su hijo Rocco y su actual amor, Brahim Zaibat de 24 años.
Mañana sábado repite en River y el 22 de diciembre será el turno en Córdoba.
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