La obra "Tango feroz", protagonizada por Fernando Dente y dirigida por Ariel del Mastro sobre adaptación de Joaquín Bonet, despliega una historia de real vigencia que se puede ver en el teatro Tabarís.
La pieza traslada al escenario la película sobre la vida del pionero del rock argentino José Alberto Iglesias, alias "Tanguito", con la que debutó como director Marcelo Piñeiro en 1993, en su momento muy discutida y gran éxito de boletería.
Uno de los diferendos estribó en la ausencia, por razones legales, de "La balsa" como tema musical emblemático y su sustitución por "El amor es más fuerte", y porque se decía que el personaje había sido manipulado para adecuarlo a la pantalla.
Todo comienza con un Tango (Dente) en plena etapa creativa en tiempos de La Cueva junto a sus amigos músicos, cruzado con una Mariana (Florencia Otero) hija de buena familia que milita por los pobres en una villa, pasa por el éxito de esa incipiente música, los aprietes policiales, las agachadas de algún allegado, la ruptura con las generaciones mayores.
El verdadero Iglesias, al que la obra cambia el apellido, fue autor de "La balsa" junto a Litto Nebbia y tuvo un comportamiento irregular para los cánones de su época -dictadura de Lanusse- que lo llevó en consecuencia a la cárcel y al manicomio.
Hombre joven de origen muy humilde y con un talento intuitivo, su honestidad lo ubica, sin que él lo sepa, a medio camino entre el Hombre Nuevo que planteaba Ernesto Guevara y el anarquismo romántico que por la misma época proponía el hippismo, y esa postura es la que lo hace incompatible con el medio.
Eso es lo que rescata "Tango feroz" en su versión teatral, con Germán Tripel como Willy, músico y manager, y Federico Salles en dos papeles, lo mismo que Tony Lestingi en los roles de un comisario temible y un empresario oscuro, padre de Mariana.
El elenco se completa con Eliseo Barrionuevo, Mariu Fernández, Sofía González Gil y Federico Llambi, varios de ellos experimentados en otras incursiones musicales de Del Mastro, como "Despertar de primavera" y "Por amor a Sandro".
Hay una muy buena actuación de Florencia Otero como la chica de origen burgués que se interna en la acción solidaria en las villas mientras soporta un padre vinculado a lo más oscuro del poder (Lestingi) y un trabajo perfectible por parte de Dente, que otorga credibilidad a su Tango aunque demora su progresión.
Con un poderoso grupo musical como soporte -teclado, guitarra, batería y bajo, comandado por Alejandro Devincenzi- Dente muestra lo mejor que sabe hacer en las partes cantadas pero emite sus parlamentos en forma monótona y sin progresión.
Espectáculo que rescata conductas y procederes que es bueno mostrar a las nuevas generaciones, está planteado en casi 40 escenas en las que el cubo blanco del escenario pelado cobra vida a través de un sistema de proyecciones que sustituye en parte las viejas fórmulas escenográficas.
La conjunción de una música de época que aún tiene vigencia -con temas de esos "que sabemos todos"-, un buen elenco y una resolución plástica sumamente ingeniosa, hace de "Tango feroz" un intento acertado de un viaje del cine hacia el teatro.
"Tango feroz" se ofrece en el teatro Tabarís, Corrientes 831, de miércoles a viernes y domingos a las 21 y los sábados a las 20.30 y a las 23.
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