Cada aparición del Indio Solari genera un terremoto, miles de personas movilizadas y la expectativa por cualquier definición sobre su futuro: todo eso dejó la proyección de una entrevista grabada con el periodista Marcelo Figueras en la Feria del Libro.
La charla se dio en el marco de la presentación del libro Recuerdos que mienten un poco, editado por Sudamericana.
La principal pregunta que todos querían saber el Indio la respondió, ¿habrá otra misa? Y el músico fue claro: "He aprendido a decir que no sé, el gran problema es que no genero dopamina. Eso me provoca una hora y media en la que estoy muy mal. Si yo pudiera tener una meseta, ¿qué más quiero que tocar en vivo?", dijo Solari.
A los 70 años, Solari abre por primera vez el arcón de sus recuerdos mejor guardados. Esos que no había permitido compartir públicamente. La relación con sus padres, su infancia en Entre Ríos, su llegada a La Plata, las rateadas de todos los colegios por los que pasó y sus primeras escaramuzas con las instituciones: "Fui a catequesis, sí, porque pasaban películas y series de la época, tenían metegoles y mesas de ping-pong. De lo que trataban de meterme en la cabeza no me quedó nada, salvo -quizás- esa parte de los Evangelios donde Jesús dice: No vengo a traer la paz, sino la espada".
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