Y allí un asistente se llevó el regalo de cumpleaños de su vida. Concretamente se trata de un chaval llamado Evan que justamente ese mismo día cumplía 13 años y quería celebrarlo con Metallica.
Lo que no podía imaginar es que iba a terminar tocando la batería con ellos parte del clásico de 1984 Seek and Destroy, con Lars Ulrich cediéndole el asiento durante un rato.
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