A seis años de la muerte del roquero, se publican biografías y libros. El periodista Sergio Marchi desentraña el universo desconocido del músico en "Pappo. El hombre suburbano".
En la biografía "Pappo. El hombre suburbano", el periodista Sergio Marchi desentraña el universo desconocido de la leyenda del rock argentino, el guitarrista virtuoso, el tipo familiero, el amante de las motos, el pibe de barrio o el roquero con un final trágico.
Un tipo auténtico, bravo, sensible, frontal, tierno, impetuoso y barullero son algunas de las definiciones que van desgranando los testimonios que Marchi cosechó durante cuatro años a través de 60 entrevistas que van de Luis Alberto Spinetta a Araceli González, de Litto Nebia a Juan Palomino o de Vitico a Corcho Rodríguez, todos ligados de alguna forma a su vida.
Guitarrista, cantante y compositor de blues, rock y metal argentino, Norberto Napolitano (1950-2005) fundó Pappo's Blues en los 70 y la legendaria Riff en los 80; integró Los Abuelos de la Nada, Engranaje, Los Gatos, Conexión Nro. 5 y La Pesada del Rock and Roll y fue una pieza fundamental en la historia del rock local.
Marchi, periodista de rock de raza y un referente ineludible de la crítica de música en Argentina, bucea paso a paso en la vida de Carpo y reconstruye su caleidoscópica personalidad, también a través de la mirada de su familia (su hijo Luciano y su hermana Liliana), o de recortes periodísticos que la familia guardó, fotos y hasta un diario que su madre escribía sobre él.
"Pappo fue mucho más que un buen guitarrista de blues o de rock, fue más que un músico exitoso, fue más que un personaje pintoresco, fue más que un muchacho de barrio devoto de su familia paterna que nunca pudo formar la propia, fue más que una estrella de rock", dirá Marchi, fan declarado, en las primeras hojas del libro editado por Planeta, a seis años de su muerte.
El Carpo "requería de la mirada ajena, que lo valoraran, lo cuidaran como artista, tenía fama de que se defendía solo contra el mundo pero a la vez era una persona sensible y frágil, que quería reconocimiento y muchas veces no lo tuvo", asegura Marchi.
"Si sabías buscar, había más de lo que te encontrabas enfrente. La primera capa era como una roca muy sólida, pero si te metías un poquito adentro por alguna grieta encontrabas otro mundo. Era un tipo tierno en el fondo", desliza el autor.
Así, en pos de graficar su temperamento, Marchi se entusiasma y hace alusión a letras como "si supieras qué ternura que existe en mi cosmos" (de "Nunca lo sabrán") o a "Longchamps boogie" donde tira frases como "la verdadera importancia a ninguno se la dan".
En su carrera, Pappo editó numerosos discos y entre sus canciones destacan "El hombre suburbano" (que inspiró el nombre del libro), "Adónde está la libertad", "Llegará la paz", "Desconfío", "Sucio y desprolijo", "Al sur de la ciudad" y "Rock and Roll y fiebre"; además de los álbumes "Blues Local" o "Que sea rock".
El roquero, el amante de las motos o el farandulero son las caras de un mismo personaje que deambula por la obra: "Pappo tenía amistades en el automovilismo, en la música, en la farándula, círculos que no se tocan, pero en todos él era especial, tenía la chapa del rock como para poder entrar y enseguida se armaba una cosa en torno a él", desliza Marchi.
Pero Pappo no generaba medias tintas: "Mucha gente me habló con mucho cariño de él y otra no, porque también era un tipo muy bravo, que por ahí ofendía, o se mandaba cagadas, era muy impetuoso. Podía generar amor o espanto", define.
"Yo no hago el retrato del hombre más bueno del mundo porque no lo fue -aclara Marchi-, si no sería un robot. Acá está la verdadera esencia de la persona y eso es lo que hace que el libro sea interesante. Como decía Antonio Carrizo, Pappo tenía cara de mapamundi, con valles y montañas, toda una topografía muy interesante".
¿Cómo no caer en el estereotipo de mitificar al personaje ya fallecido?
"Cuando un tipo tiene una vida tan pintoresca, tenés que ponerlo en la dimensión más justa que puedas, sin olvidar que un mito es algo que tiene vida propia y uno lo puede escribir pero después, la gente lo va a interpretar a su manera", define.
Marchi combina con destreza definiciones ingeniosas, una escritura ágil y un profundo conocimiento de la escena del rock local, a lo largo de 500 páginas donde entremezcla anécdotas, viajes, éxitos y fracasos de su vida.
"Pappo simboliza un personaje y Norberto constituye la persona, y ambos, en sagrada trinidad con el Carpo, otra de sus encarnaciones, conformaban un todo bastante complejo", ensaya Marchi por definición, y concluye entre risas, "ahora me dedico a divulgar la palabra del señor Napolitano, el credo según Pappo". (Télam)
Excelente nota
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