Slipknot hizo vibrar el estadio Geba.

La banda estadounidense de ñu metal y rock alternativo Slipknot copó anoche el Estadio GEBA del barrio de Palermo con un recital potente y vibrante, donde además tocaron dos grupos invitadas de lujo, De la Tierra y A.N.I.M.A.l., en una noche fría y caliente por el sonido metalero y por el clima reinante con un lleno total.

Desde hora temprana, la banda nacional A.N.I.M.A.L. lidera por el guitarrista y cantante Andrés Giménez fueron creciendo el clima, haciendo un setlist adecuado a la velada y recordando su regreso después de algunos años al ruedo.

Por eso es que algunos temas como "Fin de un mundo enfermo", "Revolución" y "Combativo", marcaron los momentos claves de su actuación, sin dejar de lado, "Gritemos para no olvidar", "Familia (es la oportunidad)" y el himno, "El largo camino del hombre".

Junto a Giménez conforman con solvencia y buena perfomance en escena, el bajista Cristian "Titi" Lapolla y el buen batero, Marcelo Castro.

Sin demasiada espera y con la noche ya abrazando el estadio, llegó De la Tierra, agrupación integrada por un seleccionado de músicos de la talla de quien ya estuvo sobre el escenario, Andrés Giménez en guitarra voz, Andreas Kisser (Sepultura) en guitarra, Sr Flavio (Los Fabulosos Cadillacs) en bajo y Alex González (Maná) en batería.

Hicieron gala de su buen y potente sonido metalero, tocando los temas de su primer álbum y realmente la rompieron en composiciones como "Somos uno", el muy festejado "San Asesino", "Maldita historia", la magia de "Chaman de Manaus", "Reducidores de cabezas" y "Corran", pero no dejaron de lado "Cosmonauta quechua", para completar una muy festejada actuación con la versión metalera del "Himno Nacional Argentino" y ser el aperitivo ideal para el gran momento de la noche.

Y, la espera con dos buenas bandas en escena valió la pena, ya que tanto A.N.I.M.A.L., como De la Tierra demostraron estar en un alto nivel y fundamentalmente que el heavy metal en todas sus variantes está más vivo que nunca.

Con una intro como para entrar en clima y con el grito de sus fans, quienes desde el vamos incitaron bien al pogo, Slipknot con su habitual, misteriosa y siniestra imagen, comenzaron su regreso a Argentina con el "XIX" y luego desgranar las principales canciones de su más reciente disco 5: The Gray Chapter".

Corey Tayor es su vocalista, el frontman del frente del grupo, bien secundado por Mick Thomson y Jim Root en guitarras, Craig Jones en sampler, teclados y sintetizador, Sid Wilson en turntablism, Shawn Crahan y Chris Fehn en percusión.

Al grito incesante de "Ole ole ole, Slipknot, Slipknot...", la fiesta metalera siguió a full y fueron combinando con mucha sapiencia los temas nuevos con otros de un repertorio amplio y enérgico.
Así y con euforia y violencia musical bien hecha, tocaron "Sarcastrophe", "The Devil in", "AOV" y "Killpop" de su más reciente producción, pero la vibra se hizo más potente cuando comenzaron a pasar composiciones de sus anteriores discos "Iowa", "All hope is gone", "Subliminal" y el primero "Slipknot".
Ellos fueron "The Heretic Anthem", "Psychosocial" (muy vivado), "Vermilion", "Wait and bleed" y "Before I forget.

Sin interrupciones durante casi dos horas los Slipknot y agradeciendo con el grito de "gracias Argentina, nos esperaron casi diez años pero aquí estamos" (obviamente en inglés), el ritual continuó con "Duality", "Disasterpiece", "Spit it out" y la despedida con "Custer"

Pero el final no podía ser de esa forma, porque después de casi cinco minutos de gritos, volvieron a escena con el sonido de "742617000027" que era la introducción al primer disco titulado sencillamente "Slipknot", para luego recordar "Sic" y la última "People -Shit", que coronó una velada de ñu metal, rock alternativo y elaborado que hizo estallar junto a la luminosidad del escenario, GEBA por una noche.

Cuando el multitudinario público de remeras negras, camperas de cuero y borcegos de todas las edades enfiló por la calle Freyre se encontró en la Av del Libertador con las chicas fanáticas que salían del Hipódromo luego de ver a Katy Perry y la historia dirá que el metal y el pop se encontraron en Palermo.