La música de Drenge, el dúo que el cantante y guitarrista Eoin (24) comparte con su hermano baterista, Rory (23), muestra una marcada presencia de stoner rock, pero sin dejar de lado algunos detalles del brit pop y la oscuridad de la escena Madchester, sumado a un espíritu punk y ribetes del rock and roll de los New York Dolls.
Oriundos de la pequeña ciudad de Castleton y mudados a la vecina y popular Sheffield, en el norte de Inglaterra, el grupo saltó a la fama hace dos años, cuando el dirigente laborista Tom Watson renunció a su cargo partidario y, en su carta al líder del partido, Ed Miliband, le recomendó escuchar a Drenge.
Con una exposición inesperada, y poco deseada porque el motivo no era estrictamente musical, los hermanos Loveless comenzaron a ser buscados por la prensa y por los fanáticos del rock para ver cuánto de cierto tenían las palabras del ex coordinador general electoral del Partido Laborista.
"Creo que nuestra música proviene, también, de una larga historia musical, con muchas bandas y estilos diferentes. Quizá, nuestras texturas se deben a un intento por poner todo eso junto. A la vez, siento que queremos recuperar las raíces poderosas del rock", sostuvo Eoin en una charla telefónica desde su adoptada Sheffield.
"Undertow" ("resaca", en inglés), se diferencia de su primer álbum, "Drenge", por mostrar un sonido más acabado, con una producción más al detalle y, por sobre todas las cosas, por haberse grabado un bajo.
"Solo pensé que el sonido en el que estábamos trabajando, que era bastante chirriante, necesitaba un bajo; además, musicalmente también era necesario. Estuvimos mucho tiempo buscando el sonido del bajo y fue algo útil, que disfrutamos mucho hacer", contó sobre esa principal diferencia al grabar "Undertow".
A su vez, pese a ser un trío desde el punto de vista de la instrumentación, este nuevo material se destaca por la cantidad de guitarras, voces y coros, dándole un toque distintivo con respecto al resto de los grupos pesados emergentes y asemejándolo a otros diferentes, como Queens Of The Stone Age.
"Estuvimos varias semanas en el estudio probando diferentes guitarras y eligiendo las partes, con diferentes pedales, efectos y amplificadores, para llegar al sonido que queríamos. Fue una experiencia muy enriquecedora", comentó sobre el sonido logrado en una de las mejores placas del año.
Pese a esa gran cantidad de influencias que se le puede encontrar a la música de Drenge, el disco irradia personalidad y los ubica en el lugar, pese a su juventud y escueta carrera, del grupo que ya encontró lo que quiere hacer, tal como reza una de sus canciones: "We do what we want to do".
"Nosotros -explicó Eoin- siempre trabajamos con todos los instrumentos que usamos y que forman parte de nuestra música, sin pensar en ningún tipo de artista o estilo musical en particular, sino que estamos interesados en conseguir diferentes texturas y así mostrar nuestra música".
Desde que la prensa, el público y, sobre todo, los productores pusieron el ojo sobre ellos, las puertas de las primeras planas le fueron abiertas, llevándolos a giras por Europa, Estados Unidos y los festivales de mayor cartel de Reino Unido: Glastombury y Reading and Leeds Festival.
Para el futuro inmediato, Drenge tiene prevista una nueva gira por las islas británicas junto a Bloc Party, para después, por el momento, meter un descanso luego de un año a puro trajín, aunque Eoin no descartó la posibilidad de visitar Argentina durante 2016: "Nunca estuvimos y nos parecería increíble tocar a Sudamérica".
De ese tour de tres semanas, durante el octubre pasado, por Estados Unidos, el cantante y guitarrista destacó la "muy buena respuesta del público y la cantidad increíble de shows" que dieron, recorriendo el país "desde el este hacia el oeste", llegando a tener apariciones en radios de Seattle.
"En Europa nunca habíamos estado tampoco y la respuesta, creo, también fue muy buena. Nos fue mejor de lo que esperábamos. Seguramente volveremos a tocar por el continente", agregó.
Con shows "ruidosos y pesados", según los describió Eoin, Drenge se posiciona como una de las bandas a seguir durante 2016, haciendo que lo más relevante de aquella carta de Watson a Miliband fuera la recomendación musical y no tanto una ya olvidada pelea política.
Oriundos de la pequeña ciudad de Castleton y mudados a la vecina y popular Sheffield, en el norte de Inglaterra, el grupo saltó a la fama hace dos años, cuando el dirigente laborista Tom Watson renunció a su cargo partidario y, en su carta al líder del partido, Ed Miliband, le recomendó escuchar a Drenge.
Con una exposición inesperada, y poco deseada porque el motivo no era estrictamente musical, los hermanos Loveless comenzaron a ser buscados por la prensa y por los fanáticos del rock para ver cuánto de cierto tenían las palabras del ex coordinador general electoral del Partido Laborista.
"Creo que nuestra música proviene, también, de una larga historia musical, con muchas bandas y estilos diferentes. Quizá, nuestras texturas se deben a un intento por poner todo eso junto. A la vez, siento que queremos recuperar las raíces poderosas del rock", sostuvo Eoin en una charla telefónica desde su adoptada Sheffield.
"Undertow" ("resaca", en inglés), se diferencia de su primer álbum, "Drenge", por mostrar un sonido más acabado, con una producción más al detalle y, por sobre todas las cosas, por haberse grabado un bajo.
"Solo pensé que el sonido en el que estábamos trabajando, que era bastante chirriante, necesitaba un bajo; además, musicalmente también era necesario. Estuvimos mucho tiempo buscando el sonido del bajo y fue algo útil, que disfrutamos mucho hacer", contó sobre esa principal diferencia al grabar "Undertow".
A su vez, pese a ser un trío desde el punto de vista de la instrumentación, este nuevo material se destaca por la cantidad de guitarras, voces y coros, dándole un toque distintivo con respecto al resto de los grupos pesados emergentes y asemejándolo a otros diferentes, como Queens Of The Stone Age.
"Estuvimos varias semanas en el estudio probando diferentes guitarras y eligiendo las partes, con diferentes pedales, efectos y amplificadores, para llegar al sonido que queríamos. Fue una experiencia muy enriquecedora", comentó sobre el sonido logrado en una de las mejores placas del año.
Pese a esa gran cantidad de influencias que se le puede encontrar a la música de Drenge, el disco irradia personalidad y los ubica en el lugar, pese a su juventud y escueta carrera, del grupo que ya encontró lo que quiere hacer, tal como reza una de sus canciones: "We do what we want to do".
"Nosotros -explicó Eoin- siempre trabajamos con todos los instrumentos que usamos y que forman parte de nuestra música, sin pensar en ningún tipo de artista o estilo musical en particular, sino que estamos interesados en conseguir diferentes texturas y así mostrar nuestra música".
Desde que la prensa, el público y, sobre todo, los productores pusieron el ojo sobre ellos, las puertas de las primeras planas le fueron abiertas, llevándolos a giras por Europa, Estados Unidos y los festivales de mayor cartel de Reino Unido: Glastombury y Reading and Leeds Festival.
Para el futuro inmediato, Drenge tiene prevista una nueva gira por las islas británicas junto a Bloc Party, para después, por el momento, meter un descanso luego de un año a puro trajín, aunque Eoin no descartó la posibilidad de visitar Argentina durante 2016: "Nunca estuvimos y nos parecería increíble tocar a Sudamérica".
De ese tour de tres semanas, durante el octubre pasado, por Estados Unidos, el cantante y guitarrista destacó la "muy buena respuesta del público y la cantidad increíble de shows" que dieron, recorriendo el país "desde el este hacia el oeste", llegando a tener apariciones en radios de Seattle.
"En Europa nunca habíamos estado tampoco y la respuesta, creo, también fue muy buena. Nos fue mejor de lo que esperábamos. Seguramente volveremos a tocar por el continente", agregó.
Con shows "ruidosos y pesados", según los describió Eoin, Drenge se posiciona como una de las bandas a seguir durante 2016, haciendo que lo más relevante de aquella carta de Watson a Miliband fuera la recomendación musical y no tanto una ya olvidada pelea política.
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