Corrientes Rock dia 3. Divididos y Nompalidece, cerraron el festival.

Más de 13.000 personas asistieron al Cocomarola para escuchar a sus bandas favoritas. Unos 250 efectivos velaron por la seguridad.

Con fanáticos de todo el país vibrando frente al escenario mayor para el rock en el norte argentino, la aplanadora Divididos cerró el domingo la tercera y última noche de festival correntino con una potentísima versión de "Nextweek" que habría hecho desgargantar de rock and roll hasta al mismo Prodan. Nonpa, Sumo, y una fiesta para el recuerdo.

Saltimbankis, Séptimo Hijo, La Botica y Pista 2 prepararon el ánimo para que las bandas grandes, Nonpalidece y la aplanadora Divididos, entraran a tocar con las energías en el Cocomarola por las nubes. No había quien sentado mirase el recital que desbordó hasta en las calles.

Miles de personas, una sola voz. La "vibra" alimentó a Mollo a punto de tocar como púa con una de las zapatillas que arrojó el pogo de fanáticos. Con una sonrisa de oreja a oreja, un ojo en la viola y otro arriba, bien arriba, pidiendo fuerza al maestro Papo. Nadie se lo habría imaginado. Estalló un solo con los dientes.

Guitarras, palillos y cuerdas volaron con Cielito Lindo, Qué tal, Qué vez y El 38 clásicos divididos que a tiro suelto que cultivaron un caldo quimérico que propagó el virus rokero por los siete vientos. Humo, luces, mucha actitud. ¿Qué más? Trapos, gritos, pasión. ¡Oiganlóoo, Oiganlóoo, esta es la aplanadora del rock and roll, decían los coros.

Diego y Catriel, un mundo aparte. La sintonía con que el duó complementó los golpes con los graves marcó el ritmo del ritual con perlitas al mejor estilo funk. Una mirada bastaba para que la cadencia trasladara al éxtasis el "karma" de la fiesta. Y los pibes navegaban sobre el pogo haciendo más grande al recital.

Es que si hubiera que decir qué separa los pequeños de los grandes festivales es la efervescencia con que se sienten, saltan y cantan los temas de las bandas. Y Divididos, que llegó para presentar su último disco, Amapola del 66, no quería volver a bajar del escenario.

Cuando terminaron las canciones, con su pedalera descomunal a la suerte de un acid rock, Mollo, vuelto uno más sobre el abismo de una lágrima , bajó para saludar mano a mano a los fanáticos agradecido por el "huevo" con que acompañaron a la banda hasta que los policías lo llevaron. "Nunca los voy a olvidar", dijo.

15 AÑOS DE REGGAE

Antes que la aplanadora Nonpa, la banda heredera del reggae del fin del mundo, celebró sus "quince" en la escena nacional con un repaso de sus mejores temas; y -como se esperaba- los más fueron "Tu recompensa", "Luz", y "Reggae del Universo".

Nonpalidece canta a la liberación de la mente de la opresión cotidiana que ciega a los ojos a la verdad de que el hacer para cambiar el mundo se encuentra en la decisión en cada uno de darse vuelta a ver con ojos nuevos la realidad para cambiarla.

NONPA con mayúsculas. Desde el delta bonaerence, pasando por Brasil, hasta la cuna del reguee, en armonía que fue homenaje a la composición del viejo Marley, Nonpa se dió el gusto de oír como el Cocomarola lleno cantaba y aplaudía sin necesidad de agitadores.

Su música bastó para que el rinconcito que hace tiempo ocupa en la estantería de discos de la comunidad reggae que vive en el corazón sudamericano se refrescara y se guardase otro entre los rokeros que asociaban su ritmo al pop, que terminaron coreando un "dale Nonpa" como si siguieran a la banda desde que nació allá por septiembre del 96.

Psicodelia, delirio, descontrol. A vox dei se coincidió: el Cocomarola vestido de rock hace tiempo ocupa un lugar entre los más grandes escenarios argentinos. Casi una obviedad. Una lección del litoral para el mundo. Un trampolín para el under regional. Una cachetada para Córdoba y Capital. Una gran responsabilidad. Una fiesta. Casi un sueño. :D ¿Quién se animará el próximo encuentro?

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